Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)

Cinco.

–Aún no puedo creerme que no nos llamaras desde el hotel.

_______ supo, por el tono de voz de Harry, que dudaba entre sentirse preocupado por ella, considerando lo ocurrido la noche anterior, y molesto, por no haberse enterado de nada hasta ese momento.

En su defensa, podía alegar que su intención, después de que Louis y Horan la dejaran en casa, había sido llamar a Harry y a Amy. Los tres eran amigos desde la universidad y normalmente se lo contaba todo. Pero entonces se había acordado de que era sábado, lo que significaba que Harry estaría trabajando y Amy inmersa en los preparativos para la boda, ya que solo faltaban dos semanas para el gran día. Así que, en lugar de eso, les había enviado un mensaje a cada uno, preguntándoles si les apetecía cenar esa noche en Frasca.

Luego se había arrastrado hasta la cama y permanecido inconsciente durante las siguientes seis horas.

Una vez en el restaurante, tan pronto como el maitre los había acomodado, _______ comenzó a contarles a Harry y a Amy lo ocurrido la noche anterior –omitiendo cualquier mención al Senador Hodges, ya que el FBI mantenía eso en secreto. Desde el otro lado de la mesa, había visto incrementarse más y más la agitación de Harry, conforme progresaba su historia. Y hacía unos minutos, lo había visto pasarse los dedos por el pelo largo color arena y cruzar los brazos sobre el pecho –su gesto habitual cuando se enfrentaba a algo que le molestaba.

A la izquierda de _______ se encontraba Amy, tan sofisticada como siempre, con su vestido marrón hecho a medida y el pelo rubio por los hombros, cortado en una melena angulosa. Ella se mostró más diplomática que Harry en su respuesta.

–Parece que tuviste una noche intensa, _______. No tendrías que haber pasado sola por todo eso.

–Habría llamado –dijo dirigiéndose a Harry–, si el FBI no me hubiera restringido las llamadas –se volvió hacia la izquierda–. Y, sí, fue una noche extremadamente intensa. Gracias por tu preocupación, Amy –se dispuso a hacerse con su vaso de vino pero Harry le cogió la mano por encima de la mesa.

–Espera, sabes que yo también estoy preocupado.

_______ le lanzó una mirada pero no apartó la mano.

–Entonces deja de quejarte porque no te llamara.

Él le dirigió una de sus sonrisas, marca registrada, vamos–soy–inocente. Había visto esa sonrisa montones de veces en los últimos doce años y, aún así, seguía funcionando. Normalmente.

–Perdona –dijo Harry–. Me he asustado al escuchar tu historia y expresado incorrectamente mis emociones a través de la rabia. Cosas de tíos –le apretó la mano–. No me gusta que estuvieras en la habitación contigua a un asesino, _______. Ruidos extraños, misteriosos hombres encapuchados por la mirilla, todo esto es demasiado Hitchcockniano para mí.

–Y aún no os he contado lo peor –dijo _______–. Louis Tomlinson es uno de los agentes que se encarga del caso para el FBI.

A Amy me llevó un momento ubicar el nombre.

–Espera , ¿el agente Macizo?

–El agente Gilipollas –la corrigió _______. "Agente Macizo" había sido el antiguo apodo de Louis, en desuso hacía ya tiempo, desde que la había acusado de aceptar sobornos de Roberto Martino.

–Menuda suerte. ¿Y cómo le va al agente Gilipollas? –preguntó Harry secamente.

Como mejor amigo de _______, tenía la obligación de mostrar animosidad por Louis Tomlinson.

–Más importante. ¿Cómo fue verlo después de tanto tiempo? –preguntó Amy.

–Nos pasamos el rato intercambiando pullas e insultos sarcásticos.