Veinte.

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Louis y ella iban a vivir juntos.

La realidad de la situación golpeó a _______ durante el trayecto en coche hasta el apartamento de Louis en South Loop. Le había pedido a Horan que los llevara para poder recoger su coche y "unas cuantas cosas". Mientras se alejaban del edificio del FBI, se había inclinado en el asiento y le había preguntado si tenía dudas sobre cómo iba a funcionar el asunto de la protección. Ella respondió con indiferencia, sin girarse, que no se le ocurría nada.

No era cierto.

Tenía montones de preguntas. Para empezar, ¿dónde pensaba dormir exactamente Louis? ¿Iba a poder seguir yendo a trabajar durante el día?

¿Esperaba él que preparase la comida mientras estuviese en su casa?

(El modo más seguro de matarlos a ambos) ¿Harían cosas normales juntos como ver la televisión por las noches? (Lo que le recordaba que tenía que borrar cuanto antes esos episodios de El Soltero de la lista de TiVo). ¿Y dónde, exactamente, pensaba dormir? (Esta pregunta en concreto ocupaba un alto porcentaje de sus reflexiones, de ahí la repetición). ¿Estaba autorizado a dejarla sola en algún momento, como por ejemplo para ducharse? ¿O desde una perspectiva, estrictamente relacionada con la seguridad, sería preferible que ella lo acompañara en esos casos...?

–Solo me llevará unos minutos –dijo Louis mientras subían en el ascensor hasta su loft en la cuarta planta. La estudió–. ¿Estás bien? Pareces distraída.

–Todavía estoy procesando todo lo que ha sucedido hoy –dijo _______, esperando no sufrir una combustión espontánea en aquel ascensor, al pensar en él desnudo en la ducha.

Cuando llegaron a la cuarta planta, Louis la precedió hasta el apartamento, al final del pasillo. Abrió la puerta y la invitó a entrar.

No sabía que había esperado de la casa de Louis Tomlinson, puede que algo austero y espartano, escasamente amueblado y con montones de gris, pero no fue lo que se encontró cuando cruzó el umbral. Las paredes eran de ladrillo y el techo abovedado. Siguiendo el estilo loft, la planta principal era abierta, con el salón comunicándose con una moderna cocina y lo que parecían ser un baño y un despacho pequeño, al final del pasillo, a su derecha. Había un segundo piso; la escalera flotante llevaba a un pequeño balcón. Tras él, se abrían unas puertas dobles de cristal esmerilado, a través de las cuales podía verse el dormitorio principal.

El lugar era más cálido y mucho más acogedor de lo que había esperado.

Pero eso no fue lo que más la sorprendió. Lo que realmente le llamó la atención fueron los libros.

Una pared completa del salón de Louis estaba llena de libros –cientos de ellos– organizados cuidadosamente en estantes de madera de caoba.

En la balda inferior de la mesita de café, había unos cuantos libros más.

–Wow –dijo _______ acercándose a las estanterías–. Tienes una auténtica colección –parecía una mezcla variada, ficción y no ficción, tapas duras y bolsillo–. Debes ser un gran lector.

Louis se encogió de hombros.

–Me llena el tiempo libre.

A _______ le habría encantado tener semejante colección de libros –uno de sus planes para la casa consistía en convertir parte del tercer piso en una biblioteca. No es que tuviera ocasión de leer tanto como le gustaría; pasaba gran parte de su tiempo libre con Harry y con Amy. Lo que le hizo preguntarse si Louis tenía un Harry o una Amy en su vida. O a quien fuera. Parecía terriblemente... solitario.

Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora