Veintidós.

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_______ se despertó desorientada esa mañana. Le llevó un momento sacudirse las pesadillas y convencerse de que eran simplemente eso.

Se incorporó, tratando de captar ruidos extraños en la casa. No oyó nada pero, en realidad, nunca había oído a Louis a menos que el quisiese que lo oyera. Por una milésima de segundo se preguntó si debería preocuparse por él, hasta que se dio cuenta de que (a) era Louis, y (b) si a él le había pasado algo, no debería estar sentada en la cama preguntándose nada, esperando a que la mataran y esas cosas.

Sintiéndose rara al permanecer en la cama, mientras él estaba despierto en alguna parte de la casa, _______ se levantó y se dirigió al cuarto de baño. Se lavó los dientes y abrió el grifo de la ducha, dejando que se calentara el agua mientras se desvestía. El hombro herido emitió pequeños gritos de protesta cuando elevó el brazo por encima de la cabeza para desprenderse de la camiseta. Se quitó el vendaje y comprobó en el espejo que todo parecía ir bien.

Fue una tarea complicada tratar de ducharse y lavarse el pelo intentando mantener los puntos lo más secos posibles. Por prescripción médica, se suponía que debía evitar mojarlos las primeras veinticuatro horas. Ciertamente le habría venido bien un poco de ayuda en la ducha –algo que habría sido posible si cierto individuo no hubiese decidido que era el momento de comportarse como un caballero.

A esto, siguieron unas cuantas quejas más acerca de Louis.

Tras la ducha, se maquilló rápidamente antes de bajar las escaleras.

Dejó que el pelo se le secara libremente, sin tomarse muchas molestias con él, ya que tendría que volver a arreglárselo para la cena de ensayo de Amy. Entró en la cocina y encontró a Louis sentado a la mesa, trabajando.

Él apartó la mirada de su ordenador.

–Buenos días.

Volvió a mirarla. Más detenidamente ahora. Se había "olvidado" de ponerse sujetador esa mañana. Vaya por Dios.

– ¿Me estás tomando el pelo? –preguntó.

–Aguántate. Ya ha sido bastante duro tener que quitarme todo el acondicionador del pelo, colega.

Louis lo rumió por un momento.

–No. Ni idea de lo que significa.

Lo suponía. Advirtió que había una jarra de café recién hecho esperándola. Suspiró. Aquel hombre era imposible –hacía que fuese más y más difícil seguir irritable con él. Y solía dársele tan bien...

Cogió una taza de Michigan de un armario y se sirvió un café. Tomó un sorbo del delicioso brebaje caliente y, lentamente, volvió a sentirse humana.

–Pareces ocupado.

–Se nos presenta un día intenso –dijo Louis.

Llevaba una camiseta gris de manga corta, vaqueros y el pelo húmedo, y estaba guapísimo y demasiado alerta. _______ supuso que debía haber dormido lo bastante bien en la habitación de invitados.

Louis frunció el ceño, frente al ordenador.

–La conexión a Internet es muy mala.

_______ se acercó a la mesa y se sentó a su lado.

–Nunca antes había tenido problemas –mientras le echaba un vistazo al ordenador, captó la cicatriz de su brazo – en manga corta era difícil pasarla por alto; dentada, fea y de varios centímetros de largo. Tras leer los archivos de la captura de Louis, sabía que tenía otra cicatriz al otro lado del brazo, por donde había salido el cuchillo que se lo había atravesado.

Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora