Diecinueve.

220 7 0
                                    

_______ y Horan estaban en las sillas que había en el exterior del despacho de Davis.

Eran cerca de las nueve de la noche y los agentes del FBI la miraban con curiosidad, conforme dejaban la oficina, tras su larga jornada.

Davis había pedido hablar primero con Louis. A solas. Horan se levantó y empezó a pasearse, y _______ tuvo la sensación de que no le gustaba que lo dejasen al margen.

Sinceramente, a ella tampoco. Con un fingido bostezo, reclinó la cabeza contra el cristal de la ventana del despacho de Davis. La cortina estaba cerrada, así que no podía ver nada, pero si por casualidad conseguía captar una palabra o dos...

–Ya lo he intentado –dijo Horan–. Pero están hablando demasiado bajo.

– ¿De qué crees que están hablando?

–De ti.

–Vale, ya sé que de mí, ¿pero qué específicamente?

Horan miró hacia la puerta.

–No lo sé.

_______ apartó la cabeza del cristal.

– ¿Crees que Louis puede tener problemas?

Horan respondió tras una pausa.

–Yo debería estar ahí.

La puerta se abrió repentinamente y Davis salió. Le hizo un gesto a Horan y luego señaló a _______.

–Señorita Lynde, si puede reunirse con nosotros en mi despacho, por favor.

Ella siguió a Horan al interior. Louis estaba apoyado en la mesa, al otro extremo de la habitación. Su expresión era ilegible.

_______ tomó asiento frente al escritorio de Davis, en la silla más próxima a Louis. Horan se instaló junto a ella. Davis cruzó las manos y se sentó.

Como la vez anterior que había estado en su despacho, hacía tres años, su expresión era seria.

–Señorita Lynde, como agente especial al mando de esta oficina, me gustaría expresarle mis más sinceras disculpas. Por lo que pueda servir, me he puesto en contacto con el superintendente del DPC. Tengo intención de conseguir que los oficiales que estaban a cargo de su protección esta tarde sean apropiadamente disciplinados. Estoy furioso por lo que ha pasado. Le prometo que no volverá a suceder.

–Gracias. Por suerte, el agente Tomlinson estaba allí. Merece ser encomiado por su actuación. No puedo imaginar lo que habría ocurrido si no llegar a aparecer cuando lo hizo –dijo _______.

–Louis y yo hemos estado hablando. Estoy de acuerdo con él en que es necesario que el FBI se haga cargo de su protección. A la vista del ataque de hoy, vamos a asignar a un agente para que esté con usted las veinticuatro horas. Le he pedido a Louis que acepte la asignación, como investigador principal del caso, y está de acuerdo.

_______ tuvo mucho cuidado de no manifestar ninguna reacción ante eso.

Podía ver a Louis por el rabillo del ojo. Su expresión también permaneció neutral. Era raro, estar sentada a su lado en el despacho de Davis, fingiendo que aquello no era más que el procedimiento habitual, después de lo ocurrido entre ellos el sábado.

–Me temo que esta clase de protección va a resultar mucho más intrusiva –prosiguió Davis–, pero, por desgracia, no tenemos elección.

–Créame, nadie desea asegurarse de que no se repita el incidente de hoy más que yo –dijo _______–. Dadas las circunstancias, estaré más que feliz de aguantar las molestias.

Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora