Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)

Seis.

Mientras guardaba la compra, Harry oyó a _______ comenzar su ducha en el baño principal del piso superior. Basándose en su experiencia, supo que eso significaba que tenía, aproximadamente, unos veintidós minutos antes de que ella apareciera. Tiempo de sobra para preparar el desayuno.

No dejaba de divertirle, como había descubierto esa mañana al comprobar el contenido del frigorífico, lo poco que había mejorado la habilidad de _______ en la cocina –o la falta de ella–desde la universidad. En realidad, lo que más le divertía era lo predecible que resultaba. Tras doce años de relación, había sabido exactamente con lo que iba a encontrarse al abrir las puertas del frigorífico: un cartón solitario de huevo batido, que había caducado hacía semanas; una bolsa de panecillos y tres envases de queso cremoso, de distintos sabores todos a medio vaciar; y dos docenas de platos precocinados en el congelador, bien organizados de acuerdo a las cuatro etnias principales de alimentos: Italiana, Asiática, Mexicana y macarrones con queso.

De ahí que la visita al Whole Foods hubiese sido el primer punto del orden del día, si pretendía mantener su promesa de preparar el desayuno. Por suerte, la tienda estaba solo a un par de manzanas.

Incluso mejor, se encontraba justo enfrente de un coffee shop, The Fixx, cuyo café con leche estrella, el "Smith and Wesson", era lo suficientemente fuerte como para combatir la resaca incluso del más penoso de los bebedores nocturnos. Para ser sinceros, Harry sabía que solo lograría beber unos cinco sorbos, antes de tener que deshacerse de aquella bazofia. Pero, ¿qué podía decir?, le flipaba pedir una bebida con nombre de arma.

Otra cosa de tíos, tal vez.

Encontró una sartén en el armario que había sobre la cocina –en realidad, no resultó muy difícil; estaba en el sitio exacto en que la había dejado la última vez que se había quedado a dormir. Vertió un poco de aceite en la sartén y añadió el calabacín y los champiñones, para saltearlos mientras encendía el horno. Decidió preparar una frittata, en vez de la tortilla que _______ le había pedido al separarse la noche anterior en las escaleras. De ese modo, supuso, _______ siempre podría recalentar las sobras y tomar dos comidas en condiciones el mismo día, que no procediesen de una caja.

Se estaba sintiendo más protector de lo habitual con ella. Trataba de no demostrarlo para no alarmarla pero aún le inquietaba que hubiese estado tan cerca de un asesino dos noches antes. Por descontado, ella había interpretado el papel de la fiscal con nervios de acero –la coraza tras la que se había parapetado tras la muerte de su padre–pero Harry sospechaba que estaba más asustada de lo que reconocía.

Y, ciertamente, no ayudaba que el FBI le hubiese asignado la investigación a Louis Tomlinson. Dados los antecedentes, su implicación en el caso había elevado a la enésima potencia la tendencia de _______ a no mostrar "debilidades".

Sin duda alguna, la repentina reaparición de Louis Tomlinson en Chicago suponía una interesante novedad. Harry recordaba lo furiosa que había estado _______, con motivo, tras el infame comentario de "la cabeza en el culo". Pero también recordaba –y solo un puñado de personas conocía este jugoso detalle–cuánto se había esforzado, pese a su enfado, por disuadir al DDJ de que transfiriese a Tomlinson de Chicago.

Siempre había encontrado muy curiosa esa contradicción en particular.

Harry estaba espolvoreando queso sobre la frittata cuando sonó el timbre de la puerta. Teniendo en cuenta que no era su casa y que _______ no había mencionado que estuviese esperando a nadie, lo ignoró.

Justo cuando estaba poniendo la sartén en el horno, el timbre volvió a sonar.

Dos veces.

Harry cerró el horno.