Dieciocho.

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El exterior de su casa era un auténtico caos. Había coches patrulla, coches sin identificativos del FBI, una ambulancia y policías y agentes por todas partes. Horan había llegado poco después que los paramédicos con varios equipos del FBI. Inmediatamente después, había aparecido el detective Slonsky con sus propios hombres.

El paramédico que le había vendado el hombro a _______, la condujo a la ambulancia que se encontraba aparcada junto a la acera. Las puertas estaban abiertas y Harry se encontraba en el interior, sentado de cara a la calle. Un segundo paramédico le revisaba los ojos en busca de señales de conmoción cerebral.

En el instante en que vio a _______, Harry apartó al paramédico y saltó de la ambulancia.

–Oh, gracias a Dios... –la rodeó con sus brazos y la estrechó con fuerza–. No me han dejado ir a verte –han dicho que iban a mantenerte aislada hasta estar seguros de que ese tipo no se encontraba en los alrededores.

–Slonsky dice que los agentes lo perdieron en el callejón.

Harry se apartó. Bajó la mirada hacia las manchas de sangre de su camisa.

–Cuando he oído que te habían disparado, casi me da algo.

–Estoy bien –le aseguró _______–. El paramédico ha dicho que podría necesitar un par de puntos pero que he tenido suerte. La bala solo me rozó la parte superior del hombro –alargó una mano y le apartó el pelo a Harry, procurando evitar la fea contusión que tenía en la cabeza–. ¿Qué tal tú? ¿Cómo está tu cabeza?

Harry se tocó el chichón.

–Horrible. Pero me duele bastante más el orgullo. Lo siento tanto, nena. Cuando pienso en lo que podía haber pasado... Debería haberte protegido mejor.

Ella le cogió las manos y se las estrechó.

–Todo ha acabado bien.

–Por suerte, la caballería apareció en ese momento –dijo Harry.

_______ dudaba de que fuera a ser capaz de olvidar algún día la imagen de Louis lanzándose contra las puertas francesas para rescatarla.

Mientras estaban en el tejado, antes de que llegaran los paramédicos, había advertido el corte que tenía sobre el pómulo. Y cuando él se había apartado para dejar que se aproximaran los paramédicos, había visto que tenía varios cortes más en las manos. Recordatorios visibles del peligro en que se había puesto a sí mismo. Por ella.

El detective Slonsky se encontraba junto a uno de los coches patrulla hablando con los oficiales Harper y Regan. Al ver a _______ al lado de la ambulancia se aproximó.

–Ya hemos terminado de revisar la casa –le dijo–. Mis hombres te seguirán hasta el hospital para que te hagan ese chequeo.

–Y una mierda.

Al oír la voz de Louis, _______ se giró y lo vio saliendo por la verja, seguido de Horan. Louis avanzó a grandes zancadas hacia Harper y Regan.

– ¿Cuál de los dos revisó su habitación?

Harper se enderezó, preparándose para lo peor.

–Yo.

– ¿Comprobaste el vestidor?

–Eché un vistazo, sí.

Louis esperó, con la furia reflejándose visiblemente en su rostro.

–Pero... en realidad no llegué a entrar en él –admitió Harper.

Slonsky se aproximó.

– ¿Qué habéis encontrado? –les preguntó a Horan y a Louis.

–Han apartado algunos de los vestidos que había colgados detrás de la puerta –respondió Horan.

–Y hay dos huellas de pisadas en la moqueta. Diría que de un cuarenta y cinco –dijo Louis–. Tus hombres están fuera de este caso, Slonsky. Y no pienses siquiera en hablarme sobre mierdas jurisdiccionales.

Su mirada desafió a los presentes a atreverse a contradecirlo.

_______ se apoyó contra la ambulancia, concediéndose un momento.

Harry le cogió una mano.

– ¿Estás bien?

Asintió.

–Solo estoy pensando, y tratando de no vomitar.

El asesino había estado escondido en el vestidor de su habitación.

Curiosamente, eso le hacía sentirse más violada que todo lo demás que había ocurrido esa tarde. Y lo que le venía una y otra vez a la cabeza era esto: había salido inesperadamente pronto del trabajo. Se suponía que no debía encontrarse en casa a esa hora.

La policía y el FBI habían examinado las puertas y las ventanas de la casa y no habían encontrado signos visibles de su entrada, lo que significaba que el asesino sabía cómo forzar una cerradura sin dejar rastro. Durante todo el ataque se había mostrado terriblemente frío y controlado, y no había hablado ni una sola vez. En pocas palabras: no era un aficionado. Sabía lo que estaba haciendo.

Pero _______ habría pensado que un profesional irrumpiría en su casa de noche. Las cuatro de la tarde era una hora demasiado arriesgada –gente paseando perros, recogiendo a los niños del colegio y empezando a llegar a casa del trabajo.

Lo que significaba que el asesino sabía que estaba bajo vigilancia.

Era consciente de que su única oportunidad de entrar en la casa se presentaría mientras ella estaba en el trabajo. Una vez volviera a casa, se encontraría bajo constante vigilancia policial.

_______ regresó al instante en el que había visto al hombre bajando las escaleras a por ella. El espeluznante pasamontañas negro y los guantes, la pistola que había presionado contra su sien y bajo su barbilla. El sonido del arma al dispararse. No le cabía duda de que tendría pesadillas durante semanas. Y el pensamiento de que había estado observándola, de que conocía su rutina...

Le gustaba pensar que era una mujer fuerte pero esto era casi demasiado.

Casi, se recalcó a sí misma. Puede que fuera a tener pesadillas durante semanas pero no iba a permitir que ese gilipollas, quien quiera que fuese, la convirtiese en una debilucha indefensa. Y si lo hacía, bueno, tendría que encontrar la forma de no demostrarlo.

Una vez concluida, lo que pareció una discusión bastante acalorada con Slonsky, Louis se aproximó a ella.

–Voy a ir contigo en la ambulancia. Horan nos seguirá en su coche. Os tomaremos declaración a los dos en el hospital.

–La mía será corta, considerando que estuve durmiendo en el suelo durante todo el incidente. Qué inteligente y qué valiente –dijo Harry con la voz teñida de indignación. Subió a la ambulancia.

–He hablado con Davis –le dijo Louis a _______–. Quiere vernos a Horan, a ti y a mí en su despacho cuando acabemos en el hospital –bajó la mirada hasta su hombro–. He oído que podrías necesitar puntos.

Parecía realmente serio.

–Oh, no –otra vez no –dijo _______–. Si sigues siendo tan agradable, corro un serio riesgo de acabar desmoronándome aquí mismo y esperaba poder contenerme hasta estar sola en casa, más tarde, para perder los papeles por lo del ataque.

Louis la estudió un instante.

–Tú no eres así, _______ Lynde –le tendió la mano para ayudarla a subir a la ambulancia.

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Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora