Veintiuno.

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Louis se paseó por la habitación mientras ella hablaba.

_______ comenzó por el caso Martino, diciéndose que bien podía empezar por el principio. Le habló sobre la decisión de Silas de no procesarlo y sobre su orden de no contarle al FBI, ni a nadie, lo que había decidido.

–Era nueva en la oficina por aquel entonces, no quise correr riesgos –repuso–. Las cosas serían muy distintas si él y yo tuviésemos esa conversación ahora.

Luego le contó todo lo demás: los intentos de Silas de despedirlo, lo de su contacto en el DDJ, su reunión con Davis para informarlo de la situación, incluso su respuesta cuando Davis le había preguntado por qué quería ayudar a Louis.

–Tu traslado a Nebraska no fue un gran resultado, lo sé, pero era mejor que, que te cesaran del servicio por completo –dijo–. Fue lo mejor que pude conseguir, dadas las circunstancias.

Cuando hubo concluido, Louis no dijo nada. Transcurrieron unos segundos y...

Siguió sin decir nada.

Luego, clavó su mirada en ella y atravesó la habitación a grandes zancadas.

_______ se preparó. Con esa expresión en el semblante, o bien iba a matarla o...

La besó. Enlazando intensa y exigentemente su lengua contra la de ella.

Cuando apartó la boca, ambos estaban sin respiración.

– ¿Por qué no me lo contaste hace tres años, antes de que me marchara? –preguntó.

–Le dijiste a treinta millones de personas que tenía la cabeza en el culo. Es curioso lo mucho que eso la disuade a una de mantener una conversación significativa.

Él sonrió.

–Cierto. ¿Y dónde nos deja eso ahora?

Como si ella tuviera la menor idea.

–Creo que podríamos hablar sobre las normas de nuestra situación actual. Tú viviendo en esta casa. Conmigo.

Louis retrocedió.

–De acuerdo. Reglas. Buena idea –se pasó una mano por el pelo y se apoyó en la encimera junto a ella. Suspiró entrecortadamente y la miró–. Creo que deberíamos hablar sobre tu costumbre de pasearte por ahí con camisetas ajustadas y pantalones de yoga.

–Está bien. Dejaré de hacerlo, siempre que tú te afeites.

Louis se pasó una mano por la mandíbula y sonrió.

–Te pone la barba de dos días, ¿eh?

Vaya que sí.

Su mandíbula se tensó.

–Te advertí acerca de mirarme así.

_______ advirtió tanto el deseo en sus ojos como su debate interno.

A la mierda.

Recorrió el espacio que los separaba y lo besó. Prescindiendo de los preliminares –lo que a ella le pareció bien– la cogió por el trasero y la levantó. Sin interrumpir el beso, ella le rodeó la cintura con las piernas mientras Louis salía de la cocina y se dirigía hacia las escaleras.

–Es probable que esto sea una mala idea –dijo _______, recorriéndole los musculosos brazos y los hombros con las manos, maravillada por la facilidad con que la transportaba.

Louis le mordió provocativamente el labio inferior.

–Entonces, detenme. Dime que no debería liarme contigo porque eres mi testigo.

Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora