Para cuando _______ se dirigió el miércoles por la tarde al tribunal para una vista premilitar, casi se había convencido a si misma de que su vida había vuelto a la normalidad. Casi.
Por suerte, el equipo de vigilancia había resultado ser menos molesto de lo que había temido. Apenas veía a los oficiales asignados al turno de día –empezaban su tarea en el exterior de su casa a las 6 de la mañana, mientras ella se despertaba, la saludaban cuando sacaba el coche del callejón camino del trabajo, la seguían hasta la oficina en el centro y luego no tenían nada más que hacer hasta que cedían la responsabilidad con el cambio de turno a las 6 de la tarde. Había tenido varias apariciones en la corte esa semana pero como, tanto el tribunal del distrito norte de Illinois como el séptimo tribunal de apelaciones, se encontraban en el mismo edificio que las oficinas del fiscal, no había sido necesario que los oficiales la acompañasen.
_______ suponía que no era una mala cosa que te asignaran la protección de alguien que trabajaba en uno de los edificios más seguros y mejor protegidos de la ciudad. Puede que al día siguiente cometiera una locura y corriera hasta el Starbucks, solo para ofrecerles un poco de acción.
Los tipos del turno de noche eran otra historia. Se habían tomado la molestia de presentarse la primera noche de vigilancia y _______ no había tardado en sentir aprecio por los oficiales Kamin y Phelps, pese a la rareza de la situación. Habían establecido algo parecido a una rutina durante el transcurso de las últimas tres noches: la seguían a casa desde el trabajo, comprobaban la casa para asegurarse de que todo estaba tranquilo, esperaban fuera en el coche sin identificativos mientras ella se quitaban la ropa del trabajo y luego la acompañaban a lo largo de las tres manzanas que había hasta el gimnasio. Sí, resultaba un poco extraño levantar la vista de la cinta andadora y ver dos oficiales de policía vigilándote desde el bar pero entonces recordaba que la alternativa era arriesgarse a ser asesinada y eso le hacía sobrellevar la incomodidad de la situación.
Había revivido incontables veces en su cabeza el momento en que vio por la mirilla al asesino abandonando la habitación 1308. Y cuanto más pensaba en ello, más convencida estaba que no había ninguna posibilidad de que supiera que lo estaba viendo. No había mirado ni una sola vez hacia la puerta y nada en su comportamiento sugería que supiera que ella estaba allí.
Dicho lo cual, no se trataba de algo sobre lo que quisiera que le demostrasen que estaba equivocada. En líneas generales, habiendo una posible conexión entre ella y un asesino que asfixiaba mujeres con la almohada, creía firmemente que la superabundancia de protección era lo mejor. Y hasta que atraparan al tipo, estaba más que contenta de tener al FBI y al DPC vigilándola.
Como era de esperar, la vista preliminar que tenía programada para esa tarde transcurrió sin problemas. Era su primera comparecencia ante el tribunal desde su victoria en el juicio de la semana anterior. Fue bueno regresar, aunque no necesario para este caso en concreto. El demandado era un policía de la oficina del Sheriff de Cook County, acusado de "vender" sus servicios de seguridad en doce supuestas transacciones de drogas organizadas por el FBI.
A _______ no le producía absolutamente ningún placer tener que procesar a un oficial de policía. Sin embargo, había insistido en encargarse del caso –si había algo que le molestase más que un criminal recurrente, era un criminal recurrente con uniforme. El demandado era una deshonra para la profesión de su padre y, a causa de ello, _______ no sentía ninguna simpatía hacia él. Era cierto que el caso no iba a hacerla muy popular en la oficina del Sheriff pero tendría que vivir con eso. No sería mucho mejor que Silas si solo escogiera los casos para ser popular.
– ¿Algo que añadir, abogada?
_______ se puso en pie para dirigirse al juez.
–Sí, Señoría –solo unas cuantas preguntas –se aproximó al estrado de los testigos donde esperaba el agente Trask.
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Something About You - Algo sobre ti - (Louis y tú)
RandomArgumento; EL DESTINO HA VUELTO A PONER A DOS ENEMIGOS JURADOS... De todas las habitaciones de hotel de Chicago ocupadas por políticos infieles, la ayudante del fiscal _______ Lynde tenía que elegir para hospedarse justo la que estaba al lado de la...