Capítulo 28: La Dama de Hierro es de hojalata.
-¡Shawn, sigue a esos coches! –Grité nerviosa.
-¿Qué? Camila, estás loca. –El chico siguió conduciendo a una velocidad normal.
-Shawn, por favor, acelera, no los pierdas. –Supliqué, los coches se estaban alejando por el horizonte. –Creo que Lauren iba en uno de ellos.
-¡¿Qué?! –Exclamaron mis dos amigos al unísono.
-¡Acelera, por favor! –Dije a la desesperada, necesitaba ver qué pasaba.
Shawn se lo pensó un segundo y después aumentó la velocidad. Vimos cómo el coche de la izquierda y el coche de la derecha giraban hacia sentidos opuestos, obligando a la policía a elegir entre uno. Nosotros estábamos demasiado lejos, ellos iban a la velocidad del rayo.
-Si me ponen una multa me la vas a pagar tú –Dijo Shawn un tanto estresado mientras torcía en la dirección de la izquierda, por donde se había ido el coche de Lauren y el de la policía. Al girar ya no había rastro de ellos, así que volvimos a torcer por otra calle, intentando buscarlos. Nos encontramos con la parte trasera del coche de policía, pero había disminuido la velocidad, parecía que la patrulla las había perdido. Shawn deceleró, ya no había nada que hacer.
-¡Joder! –Exclamé frustrada. –Las hemos perdido y menos mal que la policía también.
-¿Qué acaba de pasar? ¿Es normal que tu exnovia sea perseguida por un coche patrulla en mitad de Miami?-Preguntó Shawn desconcertado.
-Lauren no es mi exnovia. –Protesté.
-Lo que sea, ¿qué acaba de pasar? –Insistió el chico bastante curioso.
-Shawn, es una larga historia. –Intervino Marielle.
-Estamos todavía un poco lejos de vuestras casas, hay tiempo para contármela.
-Ahora mismo no te podemos decir nada porque ni nosotras sabemos lo que está pasando. –Respondí apenada.
-Está bien, no insistiré ahora, pero me gustaría saberlo en un futuro –Pidió el canadiense, se le veía preocupado.
-De acuerdo. –Accedí, pero no tenía intenciones de contarle nada todavía, total, ¿qué le iba a decir? ¿Que mi vecina era extraña y hacía cosas ilegales de vez en cuando? Pues no.
-Solo espero que Lauren esté bien. –Dijo el chico mientras ponía rumbo a nuestras casas.
Cuando llegué a mi humilde morada me encontré una nota en las escaleras:
"Camila, hemos ido a casa de los tíos, lo más seguro es que nos quedemos allí a dormir. Esperamos que hayas estudiado mucho, campeona. Besos, abrazos y amor incondicional de tus padres y hermana"
Suspiré al leer el mensaje, tenía una familia realmente genial. Era la noche perfecta para que no estuvieran, yo estaba bastante alterada y nerviosa. Decidí subir a mi habitación y ponerme el pijama, esta noche tenía la intención de no dormir hasta ver llegar a Lauren a casa. Estaba realmente preocupada por ella.
Puse mi escritorio mirando hacia la ventana de mi habitación y encendí el flexo para ponerme a estudiar, por lo menos no perdería el tiempo.
A las cuatro y veintiséis de la mañana el coche que usaba habitualmente Lauren estacionó en su entrada. Me levanté rápidamente de mi asiento y abrí la ventana.
-¡Lauren! –Grité lo más bajito que pude, a esas horas se oía todo sin dificultad.
-¿Camila? –Preguntó desconcertada mirando hacia mi ventana.
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Deseo sexual en abundancia [Camren]
RastgeleCamila Cabello tiene las hormonas revolucionadas por culpa de la buenorra de su vecina, Lauren Jauregui. Las dos chicas comienzan a ser cada vez más cercanas y Lauren va introduciendo a Camila poco a poco en su turbulento mundo. Camila se dejará lle...