Eran las cinco treinta cuando desperté, mis padres ya se habían ido a trabajar y hoy empezaban las clases, el desayuno estaba en la mesa con una nota, me duché, desayuné y caminé rumbo a la universidad, estaba algo lejos pero el tiempo era preciso y mi paso era algo rápido, eso me lo enseñó mi hermano...
Entonces cuando estaba llegando, percibí aquel aroma, regresé a ver, busqué pero no lo vi, me reí, él no podía estar allí, ni siquiera sabía si tenía mi edad y menos en la misma universidad, no era posible; busqué la primera clase que tenía, economía, sala 24, pasillo 3, era un campus realmente grande, mis padres habían enviado mi equipaje hace dos días pero no fui a la habitación y tampoco conocí a mi compañera lo cual estaba decidida a hacer al finalizar el día.
Cuando entré no habían muchas personas pero sin duda era él, era su imagen, su esencia, rayos lo estaba mirando demasiado y eso era malo, estaba a punto de pasar de largo cuando oí una pequeña risa seguida por mi nombre:
-Alice...
-me resigné- Oh, Liam
-así que aquí estudias
-tú igual - sonrió de nuevo
-si, ya ves
Busqué un asiento algo lejano de él, no quería que por nada del mundo esa conversación se alargara, el profesor entró, era delgado y alto, se presentó sonriente dando las indicaciones principales y empezó la clase, estaba bastante concentrada cuando una bolita de papel atravesó mi vista y fue a caer cerca de mi mochila, inmediatamente voltee a ver a Liam, quien por supuesto estaba muy atento a clase, en serio que sabía disimular, abrí el papel y en el decía... ¿ qué se supone debía responder a eso?
"Eres interesante, me agradas"- su letra era una mezcla de suave y delicada forma pero mostraba firmeza, es la primera vez que me ponía a pensar en algo como eso, ¿escritura? ¿desde cuando veo lo hermosa que es una escritura? ... y bien volviendo al tema que iba a responder, estaba perdiéndome una parte importante de la clase así que puse lo primero que se me ocurrió, en serio debía empezar a relacionarme más, seguro esos comentarios eran tan comunes en estos días, pero yo estaba un poco alejada de lo común, se la lance de vuelta -linda letra, es como tu sonrisa- quería ver su expresión, algo así como si la respuesta fue correcta o no, pero no me atreví, pensaba que clase de mirada tendría ahora, pero no volvería a verlo, tenía la extraña sensación de que estaba mirándome, ¿tan mal estuvo mi comentario?, positivismo, es decir no había hablado con nadie desde hace 8 años a menos que sean los amigos de mis padres y claro está mis tutores, pero personas de mi edad, no lo creo, si quería entablar conversación conmigo, al menos tendría que soportar esa parte vacía de mí,o eso esperaba.
Casi al finalizar la hora, el papel regresó a mi puesto, pero la hora había acabado, así que lo guardé y salí rumbo a mi siguiente clase, gimnasia, cancha 3, bloque C4. Me cambié a mi uniforme deportivo, era lindo a pesar de que el colegio lleva en su nombre Black su uniforme deportivo era de color verde azulado, algo negruzco, pero me recordada al corazón de un bosque, encantador.
Metí mi ropa en mi casillero y me dirigí a calentar, la profesora era una persona de voz fuerte y mirada amable, me agradaba, nos enseñó diferentes saltos y salimos a correr en la pista, velocidad... estaba bien es decir me encantaba caminar, escalar, correr era parecido, solo debía hacerlo en menos tiempo de lo previsto, el silbato sonó y corrí, el aire se sentía genial soplando fuertemente mi rostro, cuando llegué me puse algo nerviosa por las miradas fijas en mi y en especial SU mirada... ¿por que estaba allí? ¿acaso no tenía clase? ¿un chico rebelde que se escapa? ok está bien solo debía mantenerme calmada, pero no dejaba de mirarme, luego de la clase me enteré que mi puntaje fue el mejor, era rápida, genial...
Al fin podía comer algo, tenía un apetito de miedo, es decir gracias al deporte no engordaba pero si que gastaba en comida, y la cafetería tenía su encanto, había toda clase de platos y frutas y dulces!! mi adicción eran esos.
Ya que no tenía clase hasta el siguiente día, fui a mi habitación, era el segundo piso, bloque E, cuando por fin la encontré, me gustó, es decir era espaciosa y confortable, nada mal, se dividía en dos partes, una para cada persona, tenía un escritorio, una cama, un armario, un velador y una gran ventana.
No vi a mi compañera por ningún lado, así que me instalé en mi nuevo cuarto y ya que era temprano, cogí mi Mp3 y salí a dar un paseo, la universidad, tenía de todo, cafeterías, bibliotecas, librerías, cybers, tiendas de comida, canchas, salas de grabación (la mayoría de estudiantes pasaban gran parte de su tiempo componiendo) y de más, no sabía por donde empezar así que solo fui por donde se me ocurrió, era un camino que llevaba al bosque, el sol entraba por los agujeros que dejaban las hojas y no dude un segundo, solo seguí, no debería haberlo hecho...
ESTÁS LEYENDO
Destino incompleto
Teen FictionSiempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco tota...