A 10 minutos del camino, me encontré rodeada de miles de arbustos y flores, era hermoso sin duda, caminé por largos minutos hasta que llegué a un espacio abierto, en el centro se encontraba una especie de monumento mediano, era una flor del otto rodeada de mariposas de piedra, sin duda cuando volviera lo dibujaría, rondé por el perímetro disfrutando de la vista, sintiendo el viento soplar suavemente, el cielo se estaba tornando nublado y entonces lo noté ya no estaba el camino, no podía verlo, no podía volver, ni siquiera estaba segura de seguir dentro de la universidad, no sabía que hacer, no estaba adecuadamente vestida para la noche, de verdad estaba suplicando que no lloviera, desde que me prohibieron salir a lugares lejanos, quedándome solo en casa y a pesar de hacer deporte mi cuerpo se volvió realmente sensible ante el frío, no era lo mío, antes lo soportaba, pero todo cambia.
No intenté adentrarme de nuevo al bosque, corría el riesgo de perderme, pues mi orientación no es buena, pero tampoco podía quedarme allí sentada esperando a que vinieran por mí, ya no estaba en casa, no todos se preocuparían, ya nadie me buscaría, tenía que hallar una solución y lo hice, recogí hojas y rocas para dejarlas por cada camino que recorriera si no llegaba al cabo de treinta minutos, podría volver.
Pasaron dos horas y aun no hallaba nada, era como si en verdad estuviera atrapada, las rocas y las hojas estaban esparcidas por todo el lugar pero ningún camino llevaba de regreso, ok eso era malo y claramente extraño, estaba empezando a oscurecer y eso no me agradaba, no eran fantasmas ni nada de eso, tenía razones para odiarla, y sí, el cielo no decidió escucharme y llovió, me resguardé bajo unos árboles y esperé, pero no paró, pasó otra hora y nada, debía pensar, idear, quería volver, estaba segura que no lloraría ni gritaría, pero deseaba que esa lluvia parara, mi ropa estaba totalmente mojada y el viento soplaba más fuerte, mi temperatura empezó a bajar y botaba humo por mi boca, mis manos se entumecían, estaba asustada pero no me importaba, no me hubiera desesperado aún si pasaba allí unos días pero no el frío, no me gusta lo que le hacia a mi cuerpo, los primeros meses eran los peores, se que estaba a punto de morir, por ello siempre buscábamos lugares cálidos, con los años mejoré y la enfermedad pareció desaparecer pero no era así, lo escondía, siempre me preparaba, por lo que mis padres dejaron de pensar en ello y yo también me descuidé, odiaba ser tan débil, aun estando sola me frustraba, me recosté en el tronco del árbol y esperé, el sueño se apoderaba de mí, no quería cerrar mis ojos, sabía que si lo hacía muy posiblemente no volvería a abrirlos de nuevo, todo se volvió borroso solo veía sombras y cuando casi perdía mi conciencia, escuché a alguien correr, a alguien llamarme, a alguien cambiando ese frío invierno por un cálido sueño...
-Alice... Alice... Alice...
-¿quién eres?
-¿ya me olvidaste?
-lo siento, no puedo recordar
-ya veo, ha pasado tiempo desde la última vez
-¿ultima vez?
-fue hace tanto tiempo, dijiste que no me olvidarías
-¿lo hice?
-por supuesto, lo prometiste, y las promesas no se rompen Alice
-pero...
-está bien, se que no me olvidarás nunca pero debes dejarme ir
-¿hacia dónde?
-a mi nuevo hogar
-¿nuevo hogar?
-esta bien, me agrada, me acostumbraré
-entiendo, pero...
-sé que me recuerdas Alice, sabes quién soy pero tienes miedo
-...
-...
-espera ¿eres...?
El sol ya alumbraba y se colaba por la ventana, aun me sentía mal pero me encontraba en mi habitación, no recuerdo como llegué allí pero era reconfortante, estaba bien a comparación de mi pasado.
Intenté levantarme y fallé, no estaba en condiciones de ir a clase pero apenas empezaba el año y no pensaba rendirme, me puse de pie y salí de la habitación, demonios todo se movía, casi al salir escuché un golpe en la cocina, oh genial ya estaba escuchando cosas, a menos que sea mi compañera, era peor daría una mala primera impresión, seguro no querría hablarme, ah que hacer, había pasado años de mi vida fingiendo estar bien, pero ahora no sería lo mismo, sería más fácil, ellos no me conocen, podría engañarlos fácilmente, cerré un poco mis ojos fingiendo estar aún media dormida y caminé lentamente, solo debía llegar al baño, si lo lograba tomaría una ducha, mi mente se despejaría un poco y la pesadez se iría, pero no, al no estar adaptada a la nueva habitación mi mente rememoró la escala de mi casa y mi desorientación hizo que tropezara con algo y cayera, el librero con el que había tropezado se tambaleó, abalanzándose hacia mi, el cuerpo no respondió y se quedó quieto, eso dolería, esperé por el golpe, pero no llegó... solo pude ver su sombra pero supe que era él, no era su esencia, era la sensación que me produjo, un terrible escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí sus brazos rodeándome, era cálido...de nuevo perdí la conciencia.
Blanco...
Volví a despertar, todo estaba en silencio y no había nadie alrededor pero sabía donde estaba, era como mi segundo hogar, ja que sarcástica, si estaba aun de humor para pensar en eso significaba que estaba mejor, ya no sentía aquella pesadez y mis ojos podían ver, me senté y miré por la ventana, era una linda vista, recordé en ese momento que estaba en otro estado ya no era Florida ni Jacksonville, busqué un vaso de agua y salí al pasillo, tampoco encontré a nadie, el reloj marcaba las 11:30 pm, era tarde, lo que significaba que sin duda había faltado a las clases de hoy, recordé que había despertado algo temprano pero...
Liam, el había estado en mi habitación, me había protegido del golpe, pero la pregunta era ¿qué hacía ÉL en mi habitación?, estaba agradecida se lo diría sin duda pero...
-Alice?
-me sobresalté y giré tan rápido como pude-
-eh... esta bien soy yo
-supongo que mi expresión lo desconcertó- no te acerques
-porque?
-VETE- tenía miedo, quería gritar y salir corriendo
Escuché mi nombre en un susurro, era gentil, cerré mis ojos y cuando los abrí vi a Liam ante mi, su rostro traía una buena dosis de preocupación, tragué de nuevo y entonces me di cuenta de que sí había sido un sueño, una simple ilusión, excepto que ésta la había tenido despierta, demonios me sentía en el subsuelo, quería esconderme, quería paz y por primera vez en mucho, mucho tiempo, quería llorar.
-lo siento... yo solo...
-esta bien, vamos debes dormir
-lo siento...
No sabía que más decir, le había gritado, empujado, lo había asustado, quería disculparme correctamente y agradecerle, pero las palabras no salían, estaba trancada, de nuevo atrapada en ese oscuro abismo... Liam no me soltó hasta que me dormí... esa noche tuve pesadillas de nuevo.
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Destino incompleto
Teen FictionSiempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco tota...