Capítulo 17

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Hace tres horas que ese sonido no paraba, eran cerca de las dos de la mañana y era como si estuvieran trasladando toda una cabaña en el cuarto de arriba, ya cansada y enojada a la vez, salí de mi cama. Golpeé varias veces su puerta, el sonido paró de golpe, se escuchaban pasos apresurados como si corrieran, escuché el sonido del seguro ser quitado pero nadie me abrió, supuse que podría entrar, cuando lo hice, cerré la puerta de golpe, di media vuelta y lentamente volví a mi habitación, definitivamente me estaba volviendo loca o ya lo estaba y no me había percatado, el problema es que en serio me cuesta creerlo, la habitación estaba completamente vacía, en el cuarto piso, CUARTO, nadie saltaría de más de 12 metros y menos con algo que hacía semejante sonido, lo raro de todo esto es que no tenía miedo, solo estaba confundida.

Dejé el tema para la mañana siguiente, cuando volví a esa habitación me fijé mejor, entre el filo de la pared y el comienzo del suelo resplandecía un colgante, el sol pegaba su reflejo, era una x pero dentro de la figura había símbolos extraños, no sé si en árabe o egipcio pero eran indescifrables, tomé el colgante y salí de allí antes de que alguien apareciera, en esta universidad parece bastante común que eso sucediera en los momentos más oportunos.

Esperé a que Lily volviera y le pregunté si sabía algo, me ayudó a investigar y cuando encontramos una página que parece nos ayudaría se bloqueó, algo decepcionada fui en busca de Liam esperando que él supiera algo o quisiera ayudarme a encontrar al dueño, sin embargo cuando se lo mostré sus ojos se volvieron oscuros, sentí una extraña sensación, mi vista se nubló y mi cabeza empezó a doler, no sé si empezé a trastabillar o caí como plomo al suelo pero cuando me sentía casi totalmente adormilada imágenes aparecieron en mi mente, alguien llevaba el colgante, no podía ver su rostro, solo su sonrisa, luego veía un intercambio o un regalo, no lo sé, el colgante estaba siendo entregado a otra persona, luego el colgante caía en agua, no se parecía al océano, estaba demasiado calmo para ello, alguien gritó, un grito en eco, desesperado, lleno de dolor. Y finalmente el colgante se encontraba en un pequeño charco de sangre, pequeño pero igualmente me asustó de muerte, mi cuerpo entero tembló y sentí nauseas, poco a poco mi vista se despejó y Liam tenía una cara de completo susto, jamás había visto esa parte de él.

¿qué sucede, Liam?

No hubo respuesta, nada, apenas si un pequeño movimiento casi imperceptible, lo miré un poco confundida y luego caí en cuenta de porque el susto, había apretado en mis manos tanto el colgante que me había hecho daño y había sangre por la mitad de mi ropa, sí que sabia asustar a las personas.

Empecé a reír, una de esas risas nerviosas, lentamente salí de la habitación diciéndole que no se preocupara, que no era nada, que últimamente no había dormido bien y que casi me desmayo por ello, luego corrí hasta llegar a las escaleras, suspiré pesadamente ¿ por qué le había mentido?

Me vino a la mente el charco de sangre y un escalofrío recorrió mi espalda, en ese preciso momento mi mente había gritado, si eso es posible, había dicho Liam, puede que estuviera paranoica y un poco, solo un poco preocupada por él. Miré mis manos de nuevo, dolía un poco pero la sangre seguía saliendo, me fijé en el suelo, luego tendría que limpiarlo... Estaba por llegar a mi habitación cuando alguien tomó mi brazo gentilmente, firme pero gentil, y susurró en mi oído:

No me mientas... no puedes mentirme. Hace que me preocupe más por ti.

Seguramente mis ojos estaban tipo pelotita de Ping pong, una por el susto de su voz en mi oído y la otra por sus palabras, ¿desde cuándo se preocupaba por mí?

-Ven conmigo- me dijo Liam alándome junto a él

Me llevó a su habitación y empezó a vendar mis manos, demasiado lento para mi gusto pero era como si tratara de no lastimarme, como si en realidad le doliera hacerlo...

Luego volví a mi habitación, Lily vió mis manos vendadas y me hizo un sin fin de preguntas, le expliquė lo mejor que pude, decidimos sentarnos y charlar de todo, creí que era un buen momento para contarle este secreto que me atormentaba, pero bueno, uno siempre se equivoca de personas por lo menos una vez en su vida, y esta fue mi vez.

Lily no era quien yo creía, ni la universidad era lo que yo veía...

Tras contarle a Lily todos mis miedos y secretos, ella hizo una llamada rápida y en 3 minutos alguien tocó la puerta, Lily gritó que pasaran, tapó mis ojos y me dijo: "adivina adivinador, tú eres la mente y yo solo un peón, si me dices quién está al frente, te dejaré ir por hoy" " tienes 1 minuto", gritó bastante emocionada, al principio me reí y lo pensé un poco, pero luego sentí como empezaban a atar mis manos y a mí en la columna central del dormitorio, destaparon mis ojos y frente a mí había dos chicos, se me hacían terriblemente familiares pero apenas era una chispa en mi memoria, pero cuando hablaron supe el porque, eran las mismas voces de la biblioteca el día en que perdí mis llaves pero también recordé esas voces en el accidente, me dieron escalofríos, cualquiera que haya sido nuestra conexión no era nada amistosa, de repente la voz de Lily me sacó de mi nube:

-veamos, que puedo decir... Primer punto, que seamos compañeras no es una coincidencia, sospechábamos de ti desde un principio, así que preferimos prevenir cualquier daño, segundo punto, no me caes nada bien, toda esta "amistad" fue una farsa y tercer punto, ahora que nos confirmaste quién eres solo necesitas esperar aquí, mi trabajo ya fue realizado, ėl debe llegar pronto ¿cierto chicos?

Ambos asistieron con una sonrisa, una de esas sonrisas malas, y se marcharon. Mi cabeza era un casi total, ¿qué todo fue una farsa?, me engañó desde un comienzo y pensándolo lo bien, todo se conectaba, todos esos ataques, esas persecuciones, parece que finalmente conocería al responsable detrás de todo, a pesar de mis ansias necesitaba ayuda, tome mi celular detrás de mi bolsillo y con mucho esfuerzo logré soltar mis manos, pero desatarme completamente de la columna parecía bastante complejo, llamé a Liam sin dudarlo dos veces, me contestó al segundo timbre y sin darle tiempo a que hablara le grité que estaba en problemas y que me ayudara, su respuesta fue bastante alejada de lo que creía:

-no me interesan tus problemas-

-¿Qué? - estaba loco, era un imbecil de primera... y pensar que iba a confiar en él

Destino incompleto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora