-Liam-
No es cierto, no podía ser cierto...
¿Todo este tiempo, la chica de la que tanto hablaban y que era un tema de suma importancia era Alice?
Alice... El mismo nombre que me ha atormentado todos estos años, ¿pero porque?
No importa cuánto lo pensara, ésta Alice que está a mi lado, es la que me importa ahora, nada más, nadie más...
No podía dejar que se la llevara, estaba al tanto de lo que era su laboratorio, de todas formas yo lo sabía desde el comienzo, que él solo era un monstruo y parte de mi se estaba volviendo idéntica, pero cuando conocí a Alice algo cambió, es como si hubiera encendido de nuevo mis emociones, como si me hubiera devuelto a quien yo era en realidad, y me gustaba esa sensación, no importa cuánto intentará negarlo, para mí, estar cerca de ella, se había vuelto indispensable y único a la vez.
-Liam, puedes soñar despierto más tarde, dame rápido a la niña y vete a esperar donde siempre
De nuevo sus órdenes en mi cabeza, era como si me taladraran, como si fuera máquina que debía cumplirlas, pero no esta vez, esta vez es distinto, en el momento en que lo vi, supe que algo andaba mal, y ahora el odio que siento hacia él es mucho más grande que el que he sentido todos estos años, ya no tengo miedo, el solo hecho de pensar en lo que podía hacerme me aterraba y era como si encerrara mi alma en lo más profundo de la oscuridad, pero lo único que puedo sentir ahora es furia, deseo golpearlo, quiero gritarle, necesito matarlo...
-Laim, no pienso repetirlo, dame a la niña, ya hiciste tu trabajo ahora vuelve y espera a mi llamado
Fue suficiente...
-Si de lo que hablas es esperar, ya no lo haré, estoy cansado, realmente... estoy tan cansado de esperar a que aparezcas cuando lo necesitas... ¡cansado de tus falsas disculpas por tenerme allí todos esos años!... se acabó, siempre, siempre soporté este dolor porque eras mi hermano mayor, lo único que me quedaba, aunque hayas sido tú quién me quitó todo, eras lo único que necesitaba ver para saber que no estaba solo... pero si tenerte a mi lado significa acabar con su vida, olvídalo, no lograrás convencerme, ella es lo único que puedo ver ahora, tan nítida frente a mi...
-¿nítida? ¿Esa niña? Liam, no sé que te sucede hoy pero pronto ya no la verás de nuevo, es mejor que dejes éste berrinche o lo que sea que estés haciendo y me dejes atender mis asuntos.
Berrinche... Lo detesto, es tan agotador verlo, estoy tan cansado de escuchar su voz
-No vuelvas a pedirme más "favores" porque no pienso acudir a tus próximas llamadas, ahora eres tan opaco y borroso como lo son todos a mi alrededor, ya no eres el principal en mi vida, desde ahora ya no eres más mi hermano, eres tan solo un asesino más, el asesino de toda mi felicidad, de todo lo que me rodea, pero no permitiré que te acerques a Alice, ella es lo único que me queda, es tan real, si vas a intentar algo tendrás que enfrentarte a mi
Vi su estúpida sonrisa aparecer de nuevo, tan radiante, pero sus ojos, sus ojos pedían más, deseaban ver sangre...
-y recuerda una cosa, algo que cambiará todas tus probabilidades, ahora yo soy tu enemigo...
Y volví a la habitación de Alice, no lo pensé dos veces cuando abrí la ventana y salté, jamás solté su mano y no lo haría de nuevo, esta vez, esta vez daría todo por salvarla...
Al caer, algo vino a mi, un vago recuerdo, bastante borroso, estaba frente a una gran extensión de lirios, hablando con alguien, apenas si entiendo lo que digo, pero allí está una chica, sonriendo, puedo ver en su cuello algo resplandeciendo, era...
No puede ser cierto...
Era el colgante que Alice me mostró en aquella habitación, aquel con el cual se lastimó, el mismo que me recordó sobre aquel accidente, ese colgante estaba allí en medio de un charco de sangre, y luego en las manos llenas de sangre de Alice y finalmente en el cuello de esa niña... Alice... Así la llamaba en el recuerdo, ella me decía su nombre... Alice... Como en un cuento... ¿Es posible que sean la misma persona?
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Destino incompleto
Novela JuvenilSiempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco tota...