Pensaba golpearlo pero me detuve a pocos centímetros, pues me soltó y me di cuenta de que era Andrew, mi cara era un poema, me sentí aun más culpable que antes, no quería pensar cómo hubieran terminado las cosas de haberlo golpeado, bueno, él apretó mis hombros un tanto fuerte y me miró como si de taladrarme se tratara
-¿estás bien?, ¿te duele algo?, ¿que sucedió exactamente? ¡¡HABLAME!!
Salí del trance en el que estaba por la sorpresa de verlo y más aún en ese estado, se veía un poco pálido y muy, muy nervioso... muy nervioso... no paraba de soltar preguntas y cuando iba a decirle que todo estaba bien y que por qué había ido volvió a abrazarme llevándome dentro de la habitación, me soltó en la silla y me miró interrogante, di el suspiro del año y empecé a contarle los detalles, cada vez parecía un poco más tranquilo pero su rostro seguía pálido, finalmente me dijo:
-lo siento-
¿por qué?- estaba confundida
-simplemente no debí abandonarte- su rostro se veía triste
-¿abandonarme?
-era divertido estar contigo y hablar, pero cuando me dijiste que me vaya, tu expresión me desconcertó y no supe que hacer, luego me di cuenta de mi error y quise volver, pero no me atrevía hasta que escuché lo del incendio y pensé lo peor, pero me alegra saber que estás bien Alice, realmente...
Se formó un silencio bastante incómodo para mi, lo único que pensaba era << este chico es realmente raro >>
Para romper un poco mi incomodidad, le pregunté si ya había comido algo, aunque fue más por mi que por él, hace un rato que mi estómago no dejaba de rugir. Andrew lo notó, así que se empezó a reír, no pude evitar darle una mirada de reproche, ¿acaso olvidó que intentaron borrarme de la faz de la tierra?
No había visto nada de comer (decente) en los últimos días ¿qué podía hacer?
Después de aproximadamente una hora, UNA HORA, de sufrimiento, me dieron el alta y sí, lo primero que hice fue ir por spaguettis y luego serían los cheesecakes. Comí hasta no poder más; aparte del hospital, hoy era un gran día, aunque el bendito sol quemaba demasiado.
Andrew no había parado de hablar de libros y de fútbol, lo cual realmente me agradaba, era como si fuéramos mejores amigos desde hace mucho tiempo.
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Destino incompleto
Teen FictionSiempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco tota...