-Pov Liam-
-lo que oíste, ahora estoy ocupado, adiós
Definitivamente soy un tarado, hace una hora que al fin me atreví a acercarme a ella y ahora de nuevo la aparto, suspiré pesadamente, no sería mala idea ir a su habitación a disculparme, sentía cierto impulso a hacerlo, como si algo me dijera que no me iba a arrepentir, entre mis dudas llegó Sam, un compañero, se podría considerar mi único amigo real, al fin y al cabo, me conocía muy bien.
-¿qué tienes?
-nada, ¿qué haces aquí?
-vine a contarte sobre tu amiga... Umm... ¿Alice?... Si así era, Alice
Me puse terriblemente serio en un segundo
-¿qué con ella?
-Hey, no te molestes amigo, solo que la vi con unos chicos extraños
-¿extraños? ¿De qué hablas?
-me refiero a que nunca los había visto por aqui, tenían esa aura extranjera, no eran universitarios, bueno, no la vi, los vi a ellos entrar en su habitación.
-¿y qué con eso? También debe tener amigos ¿no?
-Liam... ellos... No parecían nada amigables... Como decirlo... Su sola presencia me hizo sentir peligro
-¿tomaste algo antes de venir aquí?- lo dije en serio, no intentaba molestarlo
-¿qué? No ¿cómo se te ocurre? Pero... Puede que sean imaginaciones mías, últimamente estoy paranoico con esa chica alrededor
-¿paranoico? ¿Hablas de Alice? ¿Qué tiene que ver ella?
-¿cómo que qué tiene que ver? Cada vez que la veo parece que estuviera en problemas o escapando de ellos, no me sorprendería que uno de estos días desapareciera sin dejar rastro...
<<Liam... Tengo problemas...por favor ayúdame ¿si?, no te pediré mucho solo necesito que vengas a mi habitación, es urgente, por favor>>
Recordé la conversación en el teléfono y lo que dijo Sam de desaparecer sin dejar rastro, no me gustó como combinaron ambas cosas, estuve a punto de darme media vuelta y correr, pero me detuve
-mejor olvidemos esta conversación, ella debe estar bien
-¿de qué hablas? Desde que el tema es sobre Alice no has dejado esa mirada de preocupación extrema, vamos amigo, si quieres ir ve y verifícalo
-ya basta, es en serio, ella debe estar bien
-tu expresión no me dice lo mismo Liam... demonios esto es frustrante, siempre que hablamos de esa chica pones esa expresión de preocupación y sufrimiento, si tanto te interesa deberías seguir ¿a que le tienes tanto miedo?
No me falto pensar dos veces antes de responder...
-a perderla- lo dije en un susurro
-Pov Sam-
Era como si él sólo hecho de pronunciar esas palabras le desgarraran el alma, "a perderla" dijo, pero no se daba cuenta de que ya lo estaba haciendo...
-Pov Liam-
Era evidente que estaba enojado, no había dejado de fruncir el ceño desde hace unos minutos y me miraba fijamente
-¿qué?- le espeté de repente
-no te has dado cuenta...
-¿darme cuenta de qué?
-te gusta...
-quieres hablarme claro por favor, no estoy entendiendo nada
-esa chica... Alice... Te gusta y tú como un gran cobarde la estás dejando ir...
-no es cobardía, es solo que... Es complicado ¿si?
-tú eres el único complicado aquí, si tanto te gusta deberías mantenerla cerca en vez de alejarla
-no, no lo entiendes, yo... Para ella... Si se entera de quién soy en realidad...
El solo hecho de imaginarlo me hacía sentir enfermo y débil, imaginarla alejándose de verdad, desapareciendo de mi vista, donde no la encontrara, era... Deprimente
-Liam, es fácil encontrar alguien que ame la luz de tu sonrisa... pero no es tan fácil, encontrar alguien que ame la oscuridad de tu alma... esa chica... De alguna manera ha logrado amar ambas y no me preguntes cómo lo sé, cuando un amigo se enamora es normal que su amigo se mantenga al margen... Y no vayas a conmoverte... Hay que centrarnos, tú ve a ver a esa chica que a juzgar por tu expresión, no vas a calmarte hasta que la veas
Y ahí estaba yo totalmente conmovido, dando media vuelta y corriendo, a pesar de todo lo hablado, en mi cabeza había una sola palabra... <<Alice, Alice ,Alice...Alice>> no se por qué exactamente, pero sentí como si algo malo le fuera a suceder y eso por alguna razón me estaba enfureciendo.
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Destino incompleto
Novela JuvenilSiempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco tota...