Hospital, hospital, hospital...
Estaba realmente cansada de esas paredes blancas, de todo tan blanco y silencioso, escuchando tan solo el tic tac del reloj, ni siquiera había tenido la oportunidad de leer un libro, solo escuchaba a la enfermera cada vez que venía a dejar la comida o revisar las máquinas, y una que otra visita de ese extraño chico llamado Andrew, parecía una buena persona, siempre llevaba una gran sonrisa en su rostro y se mostraba amable, pero esa sonrisa jamás llegaba a sus ojos, estos permanecían casi inexpresivos, como congelados, pero estaba bien, no es como si me fijara en las personas hasta tal punto, siempre me hablaba de sus hobbies o lo que hacía en el día, y en verdad me distraía un poco, pero no me interesaban tanto. Así pasaron tres semanas; en la tarde del jueves el clima estaba hermoso y como actualmente podía caminar mejor, me puse a explorar, hace unos días había visto a lo lejos un lote o algo parecido a una cancha de basket y ya que nadie me estaba vigilando simplemente me escapé, fue terriblemente difícil llegar porque estaba muy lejos y con el tiempo respirar dolía pero fue aun más difícil por el terreno irregular de allí, cada minuto me encongaba con rocas, las cuales debía esquivar y el esfuerzo valió al final, desde allí podía ver el hospital y tras este se extendían dos montañas, estaba anocheciendo y viento se intensificó, pero aún no quería volver, estuve allí una hora aproximadamente hasta que empecé a estornudar desconsoladamente y eso dolía, tuve que volver y cuando llegué, mi habitación estaba repleto de personas, todas ellas buscándome, intenté mentir pero no se me vino nada a la cabeza, así que solo dije que me había perdido cuando salí a pasear, pusieron cara de ¿cómo demonios puedes perderte?, pero no dijeron nada, se limitaron a dejarme allí de nuevo en esa soledad, pero al cabo apareció Andrew, como siempre con su gran sonrisa, sin rastro de falsedad, pero sus ojos seguían delatándolo, traía la comida, me dijo que los demás estaban ocupados, aunque no me lo creí del todo, simplemente lo acepté...
Me preguntaba por qué Andrew pasaba el tiempo allí, es decir, apenas salía de su trabajo, venía hacia aquí, no es que lo odiara o algo por el estilo, pero no tenía nada que ver conmigo, ni siquiera lo conocía antes del accidente y aunque estoy realmente agradecida con él por haber llamado a los paramédicos, no entiendo por que malgasta su tiempo en un lugar tan aburrido, en fin, cuando él no estaba, yo me escapaba hacia la misma cancha a ver la luna salir, de repente una especie de recuerdo se me vino a a cabeza
-Flashback-
Después del accidente, cada noche tenía pesadillas y siempre era la misma...
Esa noche llovía mucho y los truenos eran insoportables, cuando al fin logré dormirme mi sueño cambió, esta vez me encontraba sola en un inmenso parque, podía oír a alguien reírse, y gritando mi nombre, me paré repentinamente y empecé a correr en busca de un escondite, aguantando las ganas de reír también, cuando creí que ya no me encontraría, alguien puso su mano en mi hombro haciéndome sobresaltarme, al girar, lo vi, no lo podía creer, era...
.......
-ice
-lice
-¡ALICE!
Me sorprendí muchísimo al escuchar mi nombre, Andrew me miraba interrogante...
-¿Qué haces aquí?- preguntó, un poco molesto, tal vez
-Nada en especial-respondí intentando suavizar el momento
-¡Sabes a lo que me refiero! te he estado buscando por horas, ¿por qué no me llamaste?, debiste esperarme- me lo dijo en casi un grito
-Perdón-dije bajando un poco la mirada- olvidé avisarte
Un segundo, que demonios pasaba conmigo, ¿olvidé avisarte?, desde cuándo debo decirle a donde voy y de todas las personas a este chico, molesta ante mi propia actitud, me paré muy seria y le dije fríamente:
-Deberías dejar de preocuparte por mi, no necesito que me cuides, aún así gracias por todo lo que has hecho por mi, cuando necesites algo no dudes en decírmelo- su rostro se mostró terriblemente confundido y un poco ¿dolido?, dejé el tema y sin esperar una respuesta, caminé lo más rápido que pude de vuelta a mi habitación, agradecía que no me haya seguido, tenía una terrible duda en mi cabeza y necesitaba estar sola.
Y me hubiera encantado que la duda sea referente a sentimientos encontrados, pero ni siquiera se acercaba, ¿cómo podía ser? ¿cómo es que el chico de aquel sueño era Andrew?
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Destino incompleto
Teen FictionSiempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco tota...