Capítulo 7.

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Haymitch

No puedo decir que se volvió mas fácil luego de tener esa discusión con Effie.

Estuvimos sin hablar desde hace varios días. Soy consciente de que no debí decirle todas esas cosas. Pensé en disculparme pero siento que no podría mirarla a los ojos.

Estos días lo único que pude hacer fue agarrar una botella y como lo supuso esa mujer, tomar hasta emborracharme. Llegue a considerar la idea de irme lejos pero dejarla sola no seria una gran opción en estos momentos.

Trate de hallarle sentido a lo que ocurrió y realmente me sentía un estúpido por arruinar todo de esa manera. La palabra Capitolio siempre despertara todo el odio que tengo hacia ese maldito lugar y hacia los que lo habitan. Tal vez esa princesa tenga razón en que no debería odiarlos a todos, quizás debo perdonar, pero se me hace tan difícil poder olvidar todo lo que paso que no puedo evitar perder el control.

Al despertarme esta mañana fui a desayunar pero apenas entre a la cocina ella se levanto de la mesa y subió las escaleras rápidamente, evita mirarme y también cruzarse conmigo.

Hice mi típica rutina de agarrar mi botella y subir a mi cuarto, donde le pongo seguro a la puerta y ahí es donde me mantengo. El tiempo se pasa rápido cuando te la pasas bebiendo todo el día. En la noche vuelvo a salir para buscar mas, pero me sorprendo al encontrarla ahí abajo en el sofá. Sale huyendo otra vez pero a diferencia de las otras veces decido ir tras ella.

La llegue a tomar del brazo antes de que entrara por completo al cuarto, haciendo que no le quede otra que escucharme.

-Suéltame Haymitch no tengo ganas de hablar.

- Necesitamos hablar. Si me das un minuto de tu tiempo para explicarte bien que me paso.

-¿Para que vuelvas a gritarme o es acaso vienes a decirme que lo que me hicieron no fue nada?-preguntó con voz entre cortada-, perdona, pero no tengo ganas de seguir hablando sobre este tema, todo quedo muy claro.

-¡Tan solo trato de remediar todo!

-Yo no quiero que remedies nada, siempre arruinas todo. ¡Ahora vete! No quiero tus disculpas. ¡Te quieto lejos de mi!

-Eso no podrá evitarse, te recuerdo que aún vives conmigo.

-Lamento romper tus ilusiones pero me llamo Plutarch, en una semana estará listo mi nuevo departamento. Volveré al Capitolio así puedo evitarte el desagrado de mi compañía.

-¡Entonces vete! olvídate de todo lo que paso aquí y sigue con tu vida, pero no pienses en volver después.

-Yo no quiero olvidar-susurró-. Solo quería intentar ser feliz, ayudarte a enfrentar tus miedos e intentaras dejar el odio, solo para estar en paz.

-No te necesito y tampoco quiero tu ayuda.

Comencé a caminar hasta las escaleras dando por terminado el tema.

No entiendo para que me moleste en intentar arreglar las cosas sabiendo que todo seguiría igual entre nosotros.

Yo fui el culpable de que ella viviera todo eso pero como estúpido la abandone, y deje a su suerte mientras me mantenía oculto en un distrito que ni sabía que seguía existiendo. Sin embargo me atreví a decirle que no entendía el sufrimiento.

Realmente no sabía que estaba pensando en ese momento. Pero apenas baje un escalón escuche algo que encendió mi furia otra vez.

-Pensé que me amabas pero ahora veo que me equivoque.

Me di media vuelta y lo segundo que hago es tirar con fuerza la botella contra la pared del lado derecho de la puerta, muy cerca de ella.

Escucho su grito, intento buscar su mirada y vi lagrimas caer por su rostro. Podía ver el miedo en sus ojos, intente tocarla pero se alejo de mi, me adentre en la habitación con ella.

Cuando por fin deja que la toque siento que esta temblando y antes de volver a tocarla, me detengo. Salí de ahí cerrando la puerta de forma brusca, busque otra botella de whisky y como si nada volví a mi rutina de todos los días.

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