Capítulo 3.

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Haymitch

-Será incomodo no llevar todo esto conmigo. Desde que cumplí los 10 me enseñaron a mantenerme sobre tacones y a usar maquillaje.

-Preciosa, la mayoría aquí te hemos visto sin maquillaje.

-El distrito trece era diferente, me obligaron a usar ese horrible uniforme. Pero si todo esto logra que dejes de beber y que tus gritos hacia mi sean menos, supongo que lo vale.

Me atreví a decirle a Katniss que no merecía al muchacho cuando yo estoy en la misma situación con Effie.

-Deberías alejarte de mí, no soy un buen hombre cariño.

-Tendrás tus ataques de ira pero en el fondo lo eres Haymitch.

-Las cosas que te dije no es algo que una buena persona diría.

-No, pero ya está olvidado. Fingiremos que nada paso. Somos buenos en eso, ¿no es cierto?

Sabia a que se refería, el beso del que hasta ahora no mencionamos.

Habrá un momento en el que no podre escapar de esa conversación, pero ahora, no era eso de lo que hablábamos.

-Al final, termino haciéndote más daño. Podrías ir con Katniss o con Peeta, ¿por qué aquí?

-Considere esas opciones cuando baje del aerodeslizador. Pero preferí quedarme aquí contigo.

-¿Por qué?

-Me preocupaba que estuvieras solo.

-Siempre fue así, y nunca te escuche decir que te preocupaba mi supuesta soledad.

-Ahora es diferente.

-Si me dijeras la verdad tal vez te lograría entender.

-Solo me preocupo por ti, ¿acaso tiene algo de malo?

Sin querer seguir insistiendo la hice a un lado. Una vez de pie me estire un poco antes de dirigirme hacia el marco de la puerta.

-Tomate un baño princesa-sugerí-, me haré cargo de la cena.

-Seria la primera vez.

-Siempre hay una primera vez para todo ¿no?. Anda, te espero abajo.

Preparar la cena, ¿en que estabas pensando Haymitch?. No tenía ni la menor idea de lo que podía preparar.

Al llegar a la cocina, como cena rápida prepare café que acompañe junto a unas tostadas.

En el tiempo que esa mujer se tardaría para tomar un baño podría ir a fijarme que los gansos no causaran tanto alboroto en el patio trasero.

Pero era mejor esperarla sentado en el sofá si es que realmente quería ahorrar el típico reproche.

«¿Cómo te atreves hacer esperar a una dama?, deberías tener mejores modales Abernathy»

Sin duda algún día esa princesa me volvería loco.

Reaccione al escuchar sus pasos, mire sobre mi hombro solo para encontrarme satisfecho con la vista que tenía.

Sin maquillaje, peluca, si necesidad de traer esas horribles cosas del capitolio.

Esta mujer era...perfecta.

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