Capítulo 12.

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Effie

Aun puedo sentir todas esas caricias recorrer cada centímetro de mi piel. Estar con Haymitch de esta manera siempre me dejaba satisfecha, no encontraba palabras exactas para describir todo lo que experimenté.

Soy suya, él es mio y nada cambiaría eso.

Lo observé dormir de una manera tan relajada que no quería apartarme ni por un segundo de su lado. Intente moverme con cuidado pero solo conseguí que se abrazara más a mi cuerpo. Necesitabamos un baño, no podíamos permanecer sucios la mayor parte del día.

Si me pudiera ver en un espejo probablemente me hubiera muerto de lo mal que me veo, pero trato de verle el lado positivo, esto es normal luego de una noche así.

Haymitch abrió los ojos, le tomo un par de segundos volver a besarme, tomando posición sobre mi volviendo a colocar mis manos sobre mi cabeza.

-¿Qué haces despierta tan temprano princesa?

-Disfruto de la vista.

-¿Tan atractivo soy?-preguntó burlón-. Descansa un rato más.

-Dormí lo suficiente por ahora-sonreí-. Gracias por la noche increíble Haymitch.

-Debo admitir que no todo estaba en mis planes, pero me extrañaba tenerte de esta manera.

-Paso mucho tiempo desde la última vez.

Soltó un largo antes de comenzar a besar mi cuello nuevamente.

-¿Planeas quedarte sobre mi todo el día?

-No seria mala idea.

-¡Muévete Haymitch!

-¿Y qué pasaría si no lo hago?

-Sufrirás las consecuencias por haberte metido con Effie Trinket.

-No me digas...-añade con sarcasmo-, que miedo tengo.

-Te lo advertí, espero luego no te quejes.

Sonreí satisfecha cuando tan solo un par de segundos después Haymitch era el que suplicaba para que lo deje ir.

Deje de jugar para tomar una manta con la cual cubrirme, a diferencia de Haymitch que estaba desnudo frente a mi. La vista no era mala, a pesar de todas ese alcohol en el organismo esta bastante bien.

Toma mi brazo para atraerme a él, explorando con sus manos mientras comenzaba a dejar un rastro de besos desde el hombro hasta mi mejilla.

Me retira lo único que me cubre y rápidamente oculte mi rostro en su cuello avergonzada. Antes no solía comportarme de esta manera, podía pasearme en frente suyo sin inconvenientes pero ahora todavía me sentía extraña.

Lo que provocó que cierto hombre volviera a sus típicas burlas.

-No hay nada que no haya antes Trinket.

-Cállate Abernathy.

-No pedías lo mismo en la noche-sonríe-. Vamos a disfrutar lo que nos resta del día cariño.

-¿Nos quedaremos aquí otra vez?

-No, a menos que me lo pidas.

-Los niños deben estar preocupados porque no volvimos.

-No lo están. De seguro Peeta ya convenció a Katniss de tener a un par de pequeños.

-Dudo que ella acepte algo como eso tan rápido.

-No sabes que poder tiene ese panadero para convencerla.

-¡Sería magnífico!

-No te ilusiones, no dije que fuera cierto, pero puede ser una posibilidad.

-En todo caso, ¿no te gustaría?

-No lo se. La idea de niños nunca vino a mi mente por los juegos.

-Ahora ya no existen más esos juegos. Es un nuevo Panem, tal vez incluso nosotros podríamos..

-Princesa no me digas que quieres ser madre.

-No ahora, pero en algún momento me encantaría tener un bebé.

-Effie yo..

-Tranquilo, no te estoy pidiendo nada.

-No, es solo que..

-Olvida lo que dije Haymitch. Ven, vamos a nadar para quitarnos toda esta suciedad.

-Adelantate, yo voy en unos minutos.

¿Estábamos por volver a discutir? Probablemente solo sean ideas mías.

Tal vez Haymitch no quiera niños ahora pero más adelante podría cambiar su manera de pensar. Aun así, debería ser más cuidadosa con las palabras, no me gustaría volver a lo de antes.

Me saco de mis pensamientos el chapoteo del agua, lo vi nadar hacia mi y no me negué a dejar que pase otra vez en el lago. Al salir nos sentíamos tan agotados que apenas tocamos las mantas me quede profundamente dormida sobre su pecho.

Me despertó un ligero movimiento.

Al abrir los ojos me encontré con que estaba vestida con una camisa suya. Podía sentir su brazo en mi cintura, me giré a verlo para quedar cara a cara.

Esos ojos grises que tanto me encantaban, me miraban tan profundamente que me sentía vulnerable hacia ellos. Recibí un beso de su parte antes de que desviara la mirada.

-Mientras dormías me quede pensando en lo que hablamos esta tarde.

-No tenemos que hablar de esto Haymitch, esta bien.

-No, quiero hablarlo. Más bien necesitamos hablarlo.

-De acuerdo-suspiré-. Tu primero.

-Se que tienes miedo Effie, miedo a que reaccione como antes. Que tome mi botella y me encierre en un cuarto ignorándote por completo.

Quedo un par de segundos en silencio antes de volver hablar.

-Déjame decirte que no pasara esta vez. Te prometí cambiar, ¿verdad?. Te lo voy a demostrar de a poco cariño, pero quiero que estés segura cuando me hables de algo, no quiero que tengas miedo.

-Esta bien.

-El tema no era nuestro, solo hablamos de Katniss y Peeta. ¿Cómo fue que vi esa ilusión en tu mirada cuando mencione bebés?

-Es la ilusión de toda mujer. Aunque se que no es fácil, me gustaría algún día experimentar lo que es tener un hijo propio.

-¿Eso es lo que realmente quieres?

-Lo que más deseo.

-Nunca voy a entender a las mujeres y menos a la que me volvió loco toda mi vida. En algún momento serás una Abernathy, serás mi esposa, y te prometo Effie que si todo marcha bien, tendremos todos los bebés que tu quieras.

-¿Lo dices de verdad?-pregunte, con lágrimas en los ojos-. ¿No lo rechazarías?

-Mientras seas tu quien me lo dé, jamás me atrevería a rechazarlo.

-¡Haymitch!-grite emocionada-. No tienes idea lo feliz que me pone oirte decir eso. Te amo.

-Yo también te amo princesa.

Y ahí estaban esas palabras.

Unas por las cuales pase toda una rebelión esperando oírlas, estaba segura de que no había nada mejor que eso.

Un bebé, uno nuestro, seria más que maravilloso. Pero aún no es momento.

Hay tiempo para todo. No digo que a partir de ahora no habrá peleas. Se trata de nosotros después de todo. Pero si pues asegurar que esta vez será diferente.

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