Effie
Me duele con toda el alma no poder hablarle.
Lo amo, pero lo que me dijo también me duele. Debo hacerme a la idea de que su odio hacia al Capitolio no seria difícil de olvidar incluso si quisiéramos formar algo serio.
Que pasaría si en un futuro uno de sus hijos le menciona esa palabra, ¿acaso sería capaz de decirles lo mismo que a mí?, sin duda no se cómo responder a eso. Pronto volveré al lugar donde debí quedarme en vez de venir aquí, supongo que ambos necesitamos un tiempo.
Me encontraba caminando hacia el lago, aprovechando que hoy era una mañana maravillosa. Recuerdo muy bien el camino, lo que no me imaginé es que cierta presencia familiar siguiéndome de cerca.
-¿Por qué estas aquí?-pregunte, dando media vuelta para poder verlo.
Salió de su escondite.
-Solo quiero asegurarme de que estas bien princesa.
-No necesito guardaespaldas. Y ya podrías comenzar a recordar que mi nombre es Effie.
-No quiero que termines perdida.
-Estoy bien, tal vez seria mejor que vallas a emborracharte como todos los días.
-No volveré a beber mientras sigas aquí.
-¡Vaya!-exclamé cruzándome de brazos-, no pensabas igual cuando lanzaste esa botella justo al lado mío.
-No quería hacerlo-suspiró-, es solo que me sacas de mis casillas en algunos casos.
-Me prometiste no volver a beber. Sin embargo menciono una palabra y terminas hasta la petaca que sueles mantener como reserva.
-De verdad lo siento preciosa, por todo.
-No creo poder volver a confiar en ti.
-No te pido que lo hagas, solo déjame estar cerca.
-Ya te dije que no necesito tu protección.
-¿Por qué siempre eres tan terca?
-Me parece que el único terco aquí eres tu. Deberías alejarte de mi, soy del Capitolio, ¿recuerdas?
-Lo que menos quiero es alejarme de ti.
-No fue lo que me hiciste pensar cuando me ignoraste por una semana.
-Tu eras la que se iba cada vez que yo me acercaba.
-¡Me lanzaste una botella Haymitch!-grité-. ¿Acaso esperabas que hiciera como si nada hubiera pasado?
-Solo trate de remediar las cosas. Pero al escucharte decir que te equivocaste al pensar que te amaba, supongo que me salí de control.
-Tu mismo me dejaste bien claro como eran las cosas. Pero no te preocupes, pasado mañana volverás a tener tu vida normal.
No se como fue que ambos estábamos dándonos la espalda al estar apoyados en el mismo árbol. Cansada, y sin que se diera cuenta me adentré más en el bosque. Buscando la manera de alejarme de donde estaba.
Sonreí al saber que estaba algo equivocada, cierto hombre aun me seguía. Al principio pensé que volvería a la aldea de los vencedores pero ya veo que no fue así.
Cuando llegue al lago me quite la ropa que tenía puesta, quedando solamente con el bikini que use aquella vez. Entré al agua de un clavado, me sumergí lo mas que pude antes de salir a respirar un poco. Me fije que Haymitch no me quitaba la vista de encima, al mismo tiempo que se iba acercando.
-Se puede saber, ¿qué haces mirando?
-Me das una linda vista-guiño el ojo-. ¿Sabes? Creó que debería entrar a nadar también.
-Ni se te ocurra, veté a otro lado.
-El lago no te pertenece, puedo hacer lo que me plazca.
Respire hondo al ver como se retiro la camisa junto a los zapatos, sus manos bajaron al cinturón y me dio algo incomodidad seguir observando.
-¿No te das cuenta?
-¿De qué?-pregunté, desviando la mirada.
-De que hasta ahora no hemos peleado como antes.
-Lamentablemente las cosas ya están dichas.
-No tiene que ser así.
-¿Entonces como quieres que sean?
-Dame una oportunidad de estar contigo mañana, sin peleas, sin gritos. Todo será como si nada hubiera pasado.
-¿Qué caso tiene?
-Es mi último intento de hacerte cambiar de opinión o al menos hacer que no te vayas odiándome.
-Después de todo lo que hiciste yo no creó cambiar de opinión.
-Vamos cariño, dame esa última oportunidad y si no logro nada te prometo que te dejare ir.
Lo medite varios minutos antes de responder. En el fondo, solo esperaba no estar equivocada en esta decisión que acabo de tomar.
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Are We A Team?
FanfictionEs la primera vez que Effie Trinket viene a vivir al Distrito 12. Haymitch no puede controlarse cuando esta borracho, provocando que le grite palabras hirientes la mayoría del tiempo. El odio hacia el Capitolio todavía no logra desaparecer. Conviv...