Are We A Team?

Capítulo 4.

Effie

Cuando termine de ducharme me encargue de retirarme todo el maquillaje corrido. Seque con delicadeza mi largo cabello rubio, sin siquiera mirar la peluca que estaba a mi costado.

No podía evitar pensar en la actitud que tuvo Haymitch hacia mi. Desde que llegue aquí esperaba que todo fuera igual que antes entre nosotros pero fue todo lo contrario.

Apenas hablábamos los primeros días, nos tratamos como unos completos desconocidos solo por no mencionar el beso me dio antes de regresar junto a Katniss al distrito.

Lo único que sabe hacer ahora es evadir el tema de «nosotros» y beber constantemente. Bueno, que esperabas Effie, ¿llegar aquí y que dijera que te ama?

Quería pensar que en algún momento hablaríamos de lo que ocurrió, no siempre se podrá dejar pasar, solo esperaba que intentara cambiar de ahora en adelante. Un gran suspiro escapo de mi al ir terminando de abotonar mi camisa mientras bajaba despacio las escaleras, me lleve la gran sorpresa de que aún estuviera esperándome.

Así que aproveche para observarlo un poco más hasta que sintió mi presencia y giro a ver sobre su hombro.

-Sera mejor que mantengas la boca cerrada, podrían entrar moscas.

-No puedo evitarlo. Estas preciosa.

-Gracias Mitch.

Camine hasta el para darle un pequeño beso en la mejilla, antes de soltar una pequeña carcajada por la expresión molesta que tenía.

-¿Cuántas veces mas te lo tengo que repetir? No me gusta que me llames así.

-Es dulce, ademas no suelo decir nada cuando me dices cariño, princesa o cielito, ¿verdad?

-Buen punto.

Sonreí a medias, observando lo que había para cenar.

-Bueno se ve que no hiciste explosión en la cocina.

-Que poca fe Trinket, te prepare tu adorado café, deberías de hacerme un monumento.

-No lo creo. Ademas aún me debes un paseo por el bosque. Mientras tanto, no habrá nada para ti.

-Hasta que Katniss deje de estar cariñosa con Peeta, y se atreva a mostrarme el camino no iremos. Dudo que desees perderte.

-Nos serviría de experiencia.

-Tienes razón, tal vez te puedas relacionar con los animales, en especial con los que chillan mucho.

-No es nada gracioso. Ni siquiera me llevo bien con esos patos tuyos.

-Son gansos cariño, les caerías bien si no estuvieras gritando toda la mañana.

-Te recuerdo que el motivo de mis gritos eres tu.

-Tu eres la que empieza.

-Y sin embargo te encanta seguir provocando.

Por su silencio sabia que esta discusión la había ganado, no tarde en sonreír victoriosa solo para molestarlo.