Capítulo 14.

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Effie

Apenas sentí el sol entrar por la ventana, estire los brazos en señal de que había despertado.

Me subí sobre Haymitch repartiendo varios besos hasta lograr que abra los ojos. Puedo ver que le gusta cuando veo una pequeña sonrisa asomarse.

Nos quedamos en esa posición hasta que nuestros estómagos comenzaron a dar pequeños rugidos

Me gustaría preparar el desayuno esta vez pero estaba segura de no me dejaría solo por ser mi cumpleaños. Cumplía 35 hoy y no era algo agradable recordarlo.

Al estar distraída, Haymitch aprovecho para derribarme, quedando sobre mi, volviendo hacerme cosquillas. Me odiaba por haberle confesado sobre esos puntos débiles.

-Para por favor-rogué entre risas-.¡Abernathy!

-Feliz cumpleaños princesa-susurro en mis labios, antes de besarme-. Deberíamos bajar, de seguro los muchachos te alejaran de mi.

-Te prometo estar toda la tarde contigo.

-Me agrada.

-Preparare algo delicioso.

-Es tu cumpleaños, déjame el trabajo a mi.

-Jamás me dejas intentar, al menos esta vez déjate consentir.

-Solo si hay postre luego.

-Si me das tiempo te preparare lo que quieras.

-No me refería a ese tipo de postre princesa-agrego con voz traviesa-. ¿Planeas bajar vestida así?

-¿Tiene algo de malo?

-No me agrada que ese tipo te desnude con la mirada.

-¿Celoso?-sonreí-. Tranquilo, solo trató de ser amable al decirme esas cosas.

-No confío en él de todas manera.

Un beso largo silencio mi risa.

Jamás pensé que llegaría a presenciar los celos de Haymitch. Al lograr salir de la cama lo primero que le ordene fue que se diera una ducha.

Ignore sus reclamos al bajar de la misma manera que ayer. Me asegure de que Ryan no estuviera cerca, así podría preparar tostadas con mermelada, café, e inclusive podría considerar tomar jugo solo por esta vez.

Considere los huevos revueltos para Haymitch, no me salían como a él pero eran comestibles. Al batir, recordé una canción que solía escuchar e inconcientemente comencé a mover mis caderas de un lado al otro.

Tenía una sonrisa de oreja a oreja al pensar en la noche que pasamos en el bosque. Hasta que sentí una mano tocarme provocando que me sobresalte un poco.

-Oh Effie, de verdad lo siento. No fue mi intención asustarte de esa manera.

-Descuida no fue nada, ¿ya desayunaste?

-De regreso comi algo en el nuevo quemador.

-No quiero sonar grosera pero, si no te importa debo seguir preparando esto.

Asintió con la cabeza dispuesto a irse, pero a los instantes volvió acercarse a mi.

-No eres de por aquí, ¿verdad?

-Soy del Capitolio, la ex escolta de este distrito.

-Algo me decía que me resultabas conocida. Solo que sin ese maquillaje fue difícil reconocerte.

-¿Tan mal me veo?

-Todo lo contrario, y si me permites decirlo, no necesitas todo eso para ser hermosa.

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