Capítulo 30.

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Haymitch

Había algo en la mirada de ese tipo que no me dejo convencido del todo. El viaje fue más largo que el anterior dado que nos dirigíamos al distrito 8. Necesitaba llamar a casa, necesitaba saber de Effie.

Para el anochecer logramos ver a lo lejos la entrada del distrito. Con Peeta decidimos que por esta noche no haríamos nada mas que buscar a esa mujer. La idea de verle la cara a la persona que se atrevió abandonar a su propia hija no me agrada en lo absoluto pero tenía que hacerlo si quería encontrar a Ryan. 

Al bajar del tren fuimos directo a la casa que nos describió el tal Darien. Nos tardamos en encontrarla pero por fin la hayamos. Pudimos ver que se trataba de un lugar pequeño de color crema y un jardín sin vida. 

Tenía que ser aquí, pensé

Nos acercamos con sigilo logrando escuchar las voces de dos personas, cuando tocamos la puerta se convirtieron en murmullos hasta quedar todo en silencio. Abrieron de golpe dejando salir a la "madre" de Clary, quien por su mirada no hacía falta un sexto sentido para intuir que no nos quería aquí.

—¿Qué es lo que buscan?—se cruzó de brazos—. ¿Acaso tienen idea de lo tarde que es?

—Lo sentimos, pero es por un motivo importante—me gano en responder Peeta—, de no ser así no la estaríamos molestando a estar horas.

—¿Y que es eso tan importante de lo que quieren hablar?

—Si nos permite pasar señorita..

—Amber—aclara de manera brusca—. Esta bien pasen, pero sea lo que sea que me tengan que decir que sea rápido.

—Descuida, si dices todo lo que sabes nos marcharemos lo antes posible.

Una vez dentro solo con la mirada intentamos registrar cualquier pista de ese hombre. Se supone que se esconde aquí y esta mujer va a confesar quiera o no.

—¿Y bien?—vuelve a preguntar—. Van a decirme que es lo que quieren o ¿no?

—Sabemos que tuviste una hija con Ryan Writgth—se apresuro a decir el muchacho—, y que dejaste a esa niña abandonada en un tren a su suerte.

—Esperen...¿vinieron a reclamar el por que deje a esa niña?—reía amargamente—, de ser así pierden su tiempo.

—Clary esta a mi cuidado ahora—respondí molesto—. Sin embargo, desapareció ayer por la noche.

—Darien...no se si ese nombre se te hace conocido pero él nos dijo que Ryan podría encontrarse oculto aquí—comenta Peeta—, por el bien de esa niña di la verdad.

—No se encuentra aquí, y esa estúpida ya no es mi responsabilidad. Si ustedes la estuvieron cuidando y se les perdió, es problema suyo.

—Es tu hija, ¿cómo puedes hablar con tanta tranquilidad?, ¡no sabemos que tipo de daño le puede estar haciendo ese hombre!—levante la voz—. Sin duda la pequeña tenía tanta razón cuando te describía.

—Lo que les haya dicho esa mocosa me tiene sin cuidado. Además, ¿qué motivo tendría Ryan para llevarse a la niña si él la desprecia?

—Se esta vengando de mi. Intento lastimar a mi familia y no podía quedarme de brazos cruzados—golpee la pared con enojo—. Darien nos aseguro que lo encontraríamos aquí.

—De acuerdo. Si estuvo aquí pero, ¿qué creen?, se fue esta mañana llevándose a esa mocosa con él—añade entre risas—, dijo algo sobre desaparecer un buen tiempo.

—¿No te angustia pensar en el dolor que debe estar sufriendo tu hija entre más este con ese hombre?—Peeta intentaba hacerla razonar—. ¿Tiene que pasar algo malo para que te importe aunque sea un poco?

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