Narra Lara:
*Despertador*Abrí los ojos, me los froté, aparté las pesadas sábanas de mi cuerpo y me levanté. Como todas las mañanas me ducho y desayuno, luego me visto, un uniforme muy cutre y nada agradable, maldito el día en el que me inscribí en aquel instituto de pijos, característica que no se encontraba en mi personalidad.
Recogí a Natalia y marchamos, por el camino dijo:-Dicen que puede haber una nueva profesora de filosofía.
-Pues que bien. -Respondí desinteresada.
-Ey ¡que es nuestro último año de Bachillerato, y eres buena estudiante! ¡Arriba esos ánimos!
-Solo porque es el primer día del último año en esa cárcel... Que asco.-Dije jugando con mi pelo.
Llegamos y nos dirigimos al salón de actos para reunirnos con el grupo y coger sitios. Tras unos 10 minutos de espera hablando entre nosotros llegaron todos los profesores y el director:
-Buenos días a todos, para comenzar os comentaré una nueva norma que a partir de mañana se pondrá en práctica, no se podrá salir al pasillo en ningún momento, solo a la hora del recreo y de la salida de clases necesaria, y aquel o aquella que haga la gracia de salir se le afrontará con un parte y si acaso una expulsión, espero que lo hayáis entendido.
-Joder, como nos separen me cagaré en Dios.-Le susurré a Natalia.
Ella solo sonrió. Tras la típica charla aburrida de principio de curso por fin llegó al deseado final:
-Para finalizar, espero que este año los alumnos de 2° de Bachillerato saquen las mejores calificaciones que nunca han sacado, y los demás también, pero especialmente a ellos ya es su último año aquí en el centro y queremos que se vayan con bonitos recuerdos de aquí. Pues nada, mucha suerte y arriba los ánimos.
Todos aplaudimos y poco a poco salíamos para ver las listas...No podía ser, nos separaron a todos menos a mí y a Natalia, las dos comenzamos a llorar ya que quisimos estar como el año pasado, todos juntos, al parecer la liamos mucho, preciosos recuerdos.
Subimos a las clases y nuestra tutora era la misma del año pasado, María José, de unos cuarenta y tantos. Claramente Natalia y yo nos pusimos juntas al final junto a unos cuantos compañeros más. Dio otra aburrida charla, nos entregó algunos libros que no pudimos comprar aparte y nos informó de algo que a mí me llamó la atención:
-A partir de la semana que viene los que queráis podréis apuntaros a teatro, es totalmente gratis y si vais con ganas os lo pasáis muy bien...Además, los temas no son nada de literatura ni nada de eso sino la vida cotidiana, comedia, etc...
-¿Y cómo o cuándo se actúa?-Le pregunté.
-En las fiestas que se celebren aquí o en eventos, vamos que en cualquier actuación que hagan todos los del centro vamos a verlos. -Dijo colocándose bien sus gafas.
En realidad me caía bien aquella profesora porque tenia sus puntos graciosos, aun así no enfadarla, en aquellos momentos era un perro viejo con la cara caída y arrugada.
Salimos al recreo y nos sentamos con los demás:-Oye, ¿cuánto nos queda para salir de aqui?-Me quejé a todo mi grupo.
-Una hora y media.-Me respondió el santo de Dani.
Suspiré y vi a una mujer que nunca había visto por allí, entonces volví a preguntar:
-Eh, ¿Y esa quién carajos es? No la he visto en toda mi vida.
-Ni puta idea Lara, aunque es algo raro recibir visitas a estar alturas.-Dijo Karina.
-¿Será la profe nueva?-Preguntó Natalia.
-¿Qué dices loca? Esa tiene que tener unos veintiocho años.-Dije.
-En cambio esta buenísima.-Dijo Samuel.
-COMENTARIO INNECESARIO.-Dije gritando.
La chica y María José nos miraron, todos nosotros disimulamos...O lo intentamos.
Después de pasar la hora y media recibiendo el horario y toda esas cosas por fin volvíamos a casa, por el camino Natalia y yo nos sentíamos avisadas ya que la chica que estaba en el colegio iba detrás de nosotras hasta que por fin cruzó a otra calle. Me despedí de Natalia y entré en mi casa.
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No Todas Son Profesoras.
Romance¡Hola! Soy Lara, estudiante de 2° de Bachillerato sin planes para un futuro. Os vengo a contar mi revoltosa y poco común historia. Quien se lo quiera creer genial, en caso opuesto ya te digo que deberías creerme. Dicho esto, mi historia comienza así...