Capítulo 11

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Miré mi móvil por si había algún mensaje pero no, luego vi que Blanca no se conectó desde anoche y pensé que aún estaba durmiendo. Cogí a Rocky y salí a dar un paseo, me encontraba a muchos conocidos que me paraban y hablaban conmigo, incluso a mi antiguo profesor de matemáticas. Me compré unas patatas y me senté en un banco y Rocky se sentó en el suelo. A veces le daba alguna patata y otras me las quitaba el de la mano. Alcé la vista y vi que Mª José y Blanca venían hacia donde yo estaba, me levanté y despacio fui andando con Rocky, iba algo mas lenta que ellas pero iba por la parte de abajo del parque. Me puse lo cascos y seguí andando, tras unas dos canciones andando alguien me tocó el hombro, así que claramente me giré, ¿y quien era? Ya se suponía, Blanca:

-Hola, te he reconocido por el perro.-Me dijo.

-Vaya, hola.-Dije algo tímida.

-¿Hacia dónde vas?-Me preguntó.

¿Por qué coño siempre fijaba sus ojos en los míos?¿Quería incomodarme aún más?

-Voy hacia...No sé la verdad, solo doy un paseo.-Respondí.

-¿Te importa si voy contigo o te incomodo?-Volvió a preguntar.

-Me da igual, no eres molestia.-Respondí andando.

Dimos un paseo y llegamos a mi casa, al despedirnos me preguntó:

-¿Quieres quedar después como ayer? Si prefieres estar con tus amigas lo entiendo.

-Emmm...-Dije.-Vale.

-¿No hay problemas?

-No, después a las seis y media quedamos.-Afirmé.

-Perfecto, pues, hasta después.-Dijo.

Le di un beso en la mejilla y sonrió.

Después me entretuve con Rocky y me di cuenta de que llegaba algo tarde a la quedada. Me maquillé y con prisa me perfume, salí de casa y a medio camino me di cuenta de que se me olvidaron las llaves. Llegué y me disculpé por la tardanza, menos mas que no pasó nada peligroso.

Por una de las calles vi a Natalia con el grupo, y si mi veían con Blanca la liaba porque se suponía que estaba en casa de mi tía. Me tapé la cara y fui por otra parte, Blanca me paró y preguntó:

-¿Por qué vas por allí?

-Ahí está mi grupo y supuestamente estoy en casa de mi tía.-Dije andando.

-Ah Joder, ¿vamos a mi casa y ya no corres peligro?-Preguntó.

¿Peligro? Peligro corría con ella.
Aun así asentí y llegamos por un callejón. Todavía me seguía impresionando su decorada casa, la mía pues... Como que no nos esforzamos. Nos quitamos las chaquetas y me ofreció chocolate caliente, yo acepté.
Más tarde jugamos al Just Dance y caí rendida, esta mujer tenía mucha energía, claramente perdí.
Luego hablamos y quedó un silencio, Blanca me cosquilleaba la palma de la mano... A la mierda, me puse encima de ella y le pregunté:

-¿Qué pasa si juego con fuego?

-Podrias quemarte.-Respondió.

-Pero... A mí me gusta jugar con fuego.-Dije intentando intimidarle con la mirada.

No Todas Son Profesoras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora