-¿Carta? No he escrito ninguna. ¿Por qué lo preguntas?
-Lee esto.-Le di la carta.
Se paró en seco y le miré extraño, entonces dijo:
-Esta persona sabe lo que nos pasa.-Me miró a los ojos. -Y esta letra...-Pensó.-¿Mª José? No creo, ella no ha podido saberlo, aun así yo lo sospecho.-Dijo.
-¿Quien y por qué le iba a contar tal cosa a Mª José? La única que lo sabe es Natalia, pero no creo que ella le cuente nada a Mª José.-Dije.
-Tú preguntale a Natalia y ya salimos de dudas.-Dijo dándome la carta y andando.-¿Y has reflexionado frente a lo que pone en la carta?-Me preguntó.
-Eeeeeeeeem no.-Respondí tímida.
-Deberias hacerlo, sino, ¿por qué te ha llegado?
-Cierto. -Dije sentándome en un banco.
Miré el suelo y ella estaba con su móvil, estaba nerviosa y seguro que roja, cuando estaba con ella sentía algo diferente por dentro, dejó el móvil y noté como me observaba, creo que estaba embobada conmigo. Le miré y le sonreí, me acerqué a su rostro y le di un beso.............................EN LA MEJILLA.
Sí, ella se quedó extrañada, pues creía que le iba a besar en los labios y pensó mal. Volví a sonreír y me levanté, se levantó y pregunté:-¿A dónde quieres ir?.
-Está nevando, podemos ir al centro, si quieres. El ambiente allí está mejor que aquí.-Respondió.
-Claro, pues vamos.-Dije.
Al llegar había niños jugando, gente haciéndose fotos y personas pasando la tarde en el bar. Nos hicimos una selfie con el gran árbol iluminado, yo oculté mi rostro en el cuello de Blanca, y aproveché para darle un beso en el cuello, al acabar la foto me miró segura y algo, algo traviesa. Luego nos sentamos en un banco y observamos todo el lugar, de repente vi a mi grupo que estaba casi pasado por nuestro lado, así que para ocultarnos rápidamente besé a Blanca varias veces hasta que se fueron:
-Lo siento, era necesario.-Me disculpé tímida.
-Muy necesario. -Dijo poniendo una mano en mi mejilla.-...¿Quieres salir conmigo?-Me preguntó.
Coño, no sabía que hacer, sí o no, no tenía respuesta, de verdad quería pero temía, recordé la carta y decidí decirle:
-S-sí.
-No tienes por qué temer, ya verás que todo irá bien.-Dijo abrazándome.
-Eeeeeee, ¿y si te quedas en mi casa?-Le pregunté levantándome.
-Mejor quédate tú en la mía.-Dijo.
Asentí y pasamos la horas en la calle, por la noche volvimos y me dejó un pijama, doblé bien la ropa y la dejé ordenada en un lado del sofá.
Cenamos Pizza que pedimos y luego nos quedamos en el sofá viendo la televisión. Un mensaje de Natalia me desconcertó de mi mundo, estaba embobada mirando a la nada:N-¿Le gustó el beso?
L-¿Cómo lo sabes?
N-Te reconocí, suerte que los demás no miraron.
L-Bueno sí, de hecho me pidió salir y he aceptado, ahora estoy con ella en su casa y me quedo esta noche.
N-¡¿Que dices!? Qué fuerte tía. ¿En serio?
L-Que sii, por cierto... ¿Escribiste una carta y me lo mandaste?
N-No.
Le expliqué todo y bloqueé el móvil porque creí ver a Blanca mirándome de reojo.
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No Todas Son Profesoras.
Romantizm¡Hola! Soy Lara, estudiante de 2° de Bachillerato sin planes para un futuro. Os vengo a contar mi revoltosa y poco común historia. Quien se lo quiera creer genial, en caso opuesto ya te digo que deberías creerme. Dicho esto, mi historia comienza así...