Capítulo 8

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Nos separamos y nos quedamos mirandonos cuando de pronto escuchamos que los demás regresaban, entonces volví a mi cama, y disimulé que nada pasó.
Entraron y todo fue normal, Blanca me miraba de vez en cuando pero yo no le miré en ningún momento, entoces Natalia me preguntó:

-¿Qué ha pasado?¿Habéis hecho algo?

-No. -Respondí rápidamente. -Solo hemos hablado del colegio, nada más. -Aun no podía decirle nada.

<Es una profesora bastante mayor que tú aunque en la apariencia no se vea tanto, ¿cómo vas a salir de este antro?>, pensé para mí misma.

A partir de ese día mi contacto con Blanca se fue, es decir, que no nos hablamos y yo trataba de esquivarle. Ya pasaron las semanas y otro mes, mi rendimiento en filosofía subió mas que nada para no tener que hablar con Blanca y claramente para tener buena calificación.
Era la fiesta de Navidad del centro y todos estábamos allí, hicimos un teatro que tenia reseñas cómicas y serias, al acabar salimos del salón de acto para cambiarnos y luego entrar de nuevo y sentarnos a ver las demás actuaciones.
Justo antes de entrar en el salón de actos Blanca me llamó:

-Dime. -Le dije.

-Solo que pases unas buenas navidades y quería felicitarte por tus notas en filosofía.

-Igualmente, y gracias. -Dije abriendo la puerta un milimetro.

Pensé y me di cuenta de que quería estar un rato con ella, era una puta locura pero iba a proponerle pasar una tarde de navidad en la calle después de acabar aquel día:

-Blanca... -Me miró.-Es extraño pero me gustaría pasar una tarde contigo, la tarde que tú quieras.-Le dije logrando no tartamudear.

-Claro. -Sonrió.-¿Te viene bien el martes que viene a las 18:00 en la puerta del colegio?-Me preguntó.

-Sí.-Dije seca.-Pues nos vemos el martes a tal hora en tal sitio. -Añadí abriendo la puerta.

Me senté junto a Natalia y me miró extrañada, le devolví la mirada y preguntó:

-¿Qué te traes entre manos ligona?

-Después te lo cuento todo.-Respondí aplaudiendo.

Pasó la fiesta y por tanto ya comenzaron las vacaciones de navidad, por el camino le conté todo, absolutamante todo a Natalia, desde lo que pasó en la cabaña hasta antes de entrar en el salón de actos:

-TE LO DIJE.-Gritó,

-No grites imbécil.-Dije.

-Osea, que al final eres bisexual, la menda siempre tiene la razón.-Dijo algo egocéntrica.

-Además estuve pensando en mi yo de toda mi vida y me he dado cuenta de que siempre me he vestido de forma que parecía heterosexual, en cambio no lo soy pero confundo a las personas, lo extraño es que Blanca estaba muy segura de que no iba a equivocarse.-Dije guardando el móvil.

-Yo la veo como una buena tía, yo que tú la aprovecharía, no la dejes escapar, se ve que ambas sentís por ambas.-Dijo.-Espero que hagáis algo el martes, en plan para que decidáis salir o algo de eso.

-El problema es que ella es profesora y yo alumna y como alguno del colegio nos vea juntas de modo que me entiendes la puede liar.-Dije.

-Tu mantén distancia en cualquier momento y punto.-Dijo ella.

-El caso es que hemos quedado justo en la puerta del colegio... ¿Cómo se supone que van a interpretar eso la gente que no es ajena al centro? -Abrió sus ojos sorprendida.

-A las 6 de la tarde un martes festivo supongo que no hay nadie en el centro, de igual modo ella debe tenerlo todo organizado, es la primera que tiene que tener precaución, ¿no? -Respondía antes de despedirse.

Sí... Al menos esperaba que supiese lo que hacía.

No Todas Son Profesoras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora