Capítulo 23

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Narra Lara

Me levanté y me di cuenta de que Blanca no estaba, miré mi móvil y vi un mensaje:

B-He tenido un percance, por lo tanto no podemos quedar, nos vemos el viernes que viene, te lo prometo cielo.

L-No te preocupes, suerte.

Me aseé y desayuné, luego estudié algo de filosofía aunque se me quedó muy poca información, pero estaba algo agobiada, así que lo dejé y hablé con Natalia:

L-Hey, ¿Quedamos después a las seis?

N-Ay, tengo que estudiar.

L-No importa, finjo que te ayudo sino hablo con Blanca.

N-Venga vale! Por cierto, tienes que contarme sobre vosotras ehh.

L-Claro, hasta luego.

Paseé a Rocky me encontré con Roberto:

-Hola. -Le di dos besos.

-¿Cómo es que te veo por aquí?-Le pregunté.-No te vi nunca antes.

-Hoy es uno de esos días en los que salgo por muchos lugares, ¿y tú?.-Me preguntó.

-Nada. Paseando a Rocky y después tendré que estudiar. -Dije.

-¿A qué vas a dedicarte después de los estudios? -Preguntó.

-No lo he pensado, me tomaré un año de descanso y luego ya veré.-Sonreí.

-Antes he visto a tu novia, la rubia. -Dijo.

-¿Mi novia?-Pensé.-Ah, no, no, no somos nada aún, solo estamos saliendo.-Dije acariciando a Rocky.

-¿No? Creí que sí, ya sabes, os veo tan bien que incluso lo aparentais. Espero que tengas suerte, voy a regresar a mi calle. -Dijo alejándose poco a poco.

Me despedí y seguí andando hasta que volví a casa, le quité la correa a Rocky y pedí pizza, luego me dirigí a casa de Natalia.

-Cuéntame todo, detalle a detalle.-Dijo sentándose en su cama.

-Es difícil de explicar, como ya sabes, la muerte de mi madre ha sido un golpe muy duro y fuerte para mí, y poco a poco voy afrontándolo.-Dije acomodándome.

-¿Y con Blanca?-Me preguntó seria.

-Vamos bien, me impresiona mucho y estoy algo enchochada a ella si te digo la verdad, no creí que iba a pasarme tal cosa así.-Respondí con una sonrisa.

-Te dije que ibais a llegar a algo, tú me negaba y al final tengo razón.

-Si no fuera por ti estaría perdidisima.-Dije abrazándole.

-¿Y qué está haciendo ahora?-Preguntó de nuevo.

-No lo sé, solo sé que tuvo un imprevisto y no pude quedar hoy con ella.-Respondí.

-Quédate a dormir y aprovechamos para estudiar entre las dos.-Asentí.

Narra Blanca:

-A ver guapito, tú haces la entrada, te sigo, agarro la joya y corremos a toda prisa, ¿entendido?

-¿Y el guardia, las cámaras y los láseres? -Me preguntó.

-Tú ocúpate del guardia, yo de todo lo demás. Espero que cuando te haga la señal estés preparado con el coche. -Respondí preparándome.

-Por supuesto rubia. -Dijo guiñándome un ojo.

-Me llamo Blanca, ningún piropo eh, no querrás tener problemas conmigo .-Advertí molesta.

Fuimos al museo y entramos en el interior muy fácilmente, le di la señal a Juan para que bloquease las cámaras y así lo hizo, luego desactivé los láseres y el chico durmió brutalmente al guardia con cloroformo, por lo que abrí la puerta de la sala donde había más láseres, el sistema de desactivación no lo avisté, así que mandé a Juanito al coche mientras me encargaba de lo demás. Pasé por los láseres y cogí la joya, ya sin importancia corrí a toda mecha con la joya hacia el exterior haciendo saltar las alarmas.

-¿No eras la discreta de los dos? -Se quejaba Juan arrancando el auto.

-Calla y sácanos de aquí ya. -Dije poniéndome el cinturón de seguridad.

No Todas Son Profesoras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora