Capítulo 3

15.5K 668 101
                                    

Era viernes y tocaba salir a la calle para despejarme de los estudios, pasaron dos meses ya y quedaban solo uno para la esperada convivencia. Como todos los adolescentes quedamos en un lugar a una hora, pero claramente tuvimos que esperar a Karina que era la misma tonta que tardaba al arreglarse. Después de esperar una hora y media de más llegó y se disculpó por el retraso... De hora no el mental, aunque también tenga, le quiero mucho.

Antes de recogernos fuimos al parque y nos sentamos en un banco para hablar y bromear, justo cuando miré hacia la derecha vi a Blanca (la profesora) con su Pastor Alemán muy bien cuidado:

-Gente, allí, esta Blanca -Les susurré.

-Joder, pedazo de perro.-Dijo Natalia.

-Normal, está alerta por si le violan.-Dijo Dani.

-Con ese cuerpo no me extraña.-Dijo Samuel.

-Información innecesaria, respétala.-Le dije dándole un codazo.

Nos recogimos y por la pantalla de mi móvil pude ver que nos perseguía como el primer día de colegio. Entre en casa y me duché de nuevo, luego cené y luego me encerré en mi dormitorio para no salir más en lo que quedaba de día.

Miércoles
Teníamos filosofía a primera hora así que preparé los libros y justo al dejar el estuche en la mesa entró por la puerta. Al acabar la clase me dijo:

-A la hora del recreo voy a hablar contigo, te espero aquí.

-De acuerdo.-Respondí sin dejar que una sonrisa saliera de mi cara.

-¿Qué te ha dicho?-Me preguntó Natalia.

-Que después a la hora del recreo quiere hablar conmigo.-Respondi

-Pero tu no vas mal en filosofía ¿no?-Preguntó preocupada.

-No mucho, mis notas más bajas están en filosofía pero no llegan al suspenso, quizás quiera hablar de mi actitud.-Dije.

-Si eres un mueble, no hablas ni haces nada negativo que influya en ti.-Dijo escribiendo en mi agenda tonterías.-¿Te sigue cayendo mal?-Preguntó.

-Pues quizás quiere que sea mas participativa o algo... Meh, luego te cuento. -Dije guardando el móvil.-Y no, ahora me cae genial, al principio estaba equivocada.

Recreo
Todos salieron menos yo que me quedé sentada en mi asiento la primera de la fila, un infierno vamos.
Esperé solo unos segundos y apareció, entró y se sentó frente mí.

-Lara, ¿tienes dudas en esta asignatura? Tus notas no soy muy altas y tampoco quiero que para navidades estés algo amargada y pensando que te tengo manía por suspender filosofía.-Me preguntó fijando sus ojos en los míos.

-No, simplemente que el estrés y el poco tiempo que a veces tengo no lo aprovecho con esta asignatura, sino con otra mas importante como es matemáticas o inglés.-Dije cruzándome de brazos.

-Y respecto a ese estrés...¿qué te hace manifestarlo en ti?-Me preguntó.

-No se tía. Perdón, no te veo como una profesora. -Rió.

¿Le hice reír? Nunca se reía, y fue una risa sincera, no de educación.

-No te preocupes, quizás te acostumbres....O no...-Se levantó.

-¿Qué quieres decir con eso?-Le pregunté levantándome.

Ella era algo más alta que yo.

-Nada, que vuelvas con tu grupo, eso. -Dijo andando a la sala de profesores.

Bajé y le conté todo a Natalia:

-QUE FUERTE.-Dijo.-¿Y si llegáis a algo? ¿Amigas? ¿Amigas con derecho? ¿Compañeras de piso?

-Calla, que asco, que soy heterosexual.-Dije crujiendome los dedos.

-Pues yo siempre creí que eras bisexual la verdad.-Dijo.

-¿Y tu llevas 16 años conmigo?-Pregunté irónicamente.

No Todas Son Profesoras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora