¡¡Dios!!
¡¡Quiero matarlo!!!
¿¿Por qué hace esto??
Una vez que Javier y Mara se van me quedo viéndolo con las manos en jarra.
—Hey ¿Qué sucede? —pregunta Lorenzo acercándose a mí.
—¿Cómo que qué sucede? ¿Por qué les dijiste que irás a su boda?
Estoy molesta, él no puede llegar así y de un día para otro alterar mi tranquila existencia.
—Porque pienso hacerlo Isabella. ¿Por qué no iría?
Largo un suspiro de resignación.
—Ya, déjalo mejor —digo ingresando a la casa con Lorenzo detrás.
Ya veré la manera de solucionar el asunto.
—Ven acá—dice tomándome del brazo —. No había podido decirte, pero te ves preciosa.
Se inclina lentamente y me besa, su lengua busca la mía hábilmente en una danza de seducción que me derrite por completo.
Cuando se retira, siento que por arte de magia mi enfado disminuyó.—Gracias —balbuceo —. Tú también te ves bien.
Con ese jean oscuro y esa camisa blanca, está alucinante.
—¿Lista para irnos?
—Sí. Sólo déjame ir por mi bolso —digo subiendo las escaleras a mi recámara.
Tras retocarme el maquillaje, y tomar mi bolso bajo a su encuentro.
Nuevamente los nervios se apoderan de mí.¿A dónde me llevará?
Cuando llego abajo lo encuentro parado junto a la biblioteca, con una enigmática sonrisa.
—¿Todo bien? —le pregunto al ver en su mirada un brillo que no puedo descifrar.
—Perfecto, Srta. Rienzo—Esboza una sonrisa y toma mi mano —.¿Nos vamos ya? —agrega guiándome a la puerta.
—Claro.
Salimos de la casa y allí a pocos metros está estacionado su magnífico jaguar.
Tras abrirme la puerta con galantería, me escabullo en el asiento del acompañante.Al instante lo tengo a mi lado inundando con su perfume el espacio. Y creo que a partir de ahora este aroma, mezcla de perfume caro y a hombre, será mi favorito.
—Bueno ¿y entonces?—pregunto dispuesta a terminar con el misterio —. ¿A dónde vamos?
—A mi casa —contesta poniendo el coche en marcha.
¡Oh! Así que eso era todo lo que había planeado... Me llevará directo a su casa, donde seguramente nos revolcaremos en su cama y fin de la historia.
Muy a mi pesar debo reconocer que me siento decepcionada.
—Vaya —murmuro.
—¿Qué sucede? —Me mira extrañado colocando su mano sobre mi pierna.
Sentir su fuerte mano en mi muslo es tan excitante que puedo sentir toda mi piel electrizarse al instante.
—Eres bastante directo eh. Creí que al menos iríamos a cenar antes de que me llevaras a tu casa.
Lorenzo larga una sonora carcajada.
—¿Siempre sacas conclusiones tan rápido? Aunque no me crea soy un caballero Srta. Rienzo —dice muy serio —. No te preocupes, que a menos que no quieras, contendré mis deseos—agrega ahora con un jocoso tono que me molesta.
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Deliciosa Adicción
Lãng mạnCuando la periodista Isabella Rienzo descubre la traición de su prometido a días de su boda, promete no volverse a enamorar. Todo se complica cuando una mañana despierta en la cama del terriblemente sexy y arrogante Lorenzo Castelli, quien desplegar...