Junto a la puerta de entrada está mi madre con Julieta; ambas tapándose los ojos con las manos y frente a ellas, Lorenzo aún desnudo cubriéndose con la funda de traje.
¡Dios, esto no puede estar pasándome!
¿Cómo explico que tengo un hombre desnudo en mi casa sin tener que soportar un interrogatorio?
—Lo... lo siento — balbucea Lorenzo cuya cara es un poema mientras me mira confuso.
—No lo sientas ¡mejor vístete de una vez! —grito sobrepasada por la situación.
Sé que él no tiene la culpa, que la llegada de madrugadoras visitas ha sido totalmente de improviso, pero todo esto se hubiera podido evitar si no se anduviera pavoneando desnudo por toda la casa.
Por otro lado tendré que pedirle a Julieta que no vuelva a entrar sin avisar en mi casa
¿Cómo se le ocurrió entrar así?
Claro que tampoco ella esperaba encontrarse con este panorama... ¡Dios! ¡Si mi vida sexual en los dos últimos años ha sido la de un potus!
Y después está mi madre, que sigue cubriéndose los ojos con ambas manos y tiene las mandíbulas desencajadas.
Tendré que asegurarme que no reserve ninguna iglesia y comience a repartir invitaciones.
No va a ser fácil mi vida luego de esto... ¡y todo gracias don exhibicionista!
—Ya pueden dejar de cubrirse— mascullo cuando escucho cerrarse la puerta del dormitorio.
—¡Lo siento, hija! —exclama mi madre aún shockeada quitándose lentamente las manos de la cara.
—¡Isabella, perdón! —dice Julieta tan avergonzada que me da pena.
—Julieta ¿Por qué han entrado así?
—¿Cómo que por qué? Estuve rato llamando a puerta y al celular sin tener respuesta ¡creí que te había pasado algo!
¿Cómo que llamó a la puerta?
El timbre no sonó para nada y el celular está en el fondo de mi bolso así que imposible que lo haya escuchado.
Camino hasta la puerta y compruebo que efectivamente, el timbre está desactivado.
Seguramente en la salvaje sesión de sexo de esta madrugada lo he apagado cuando apoyé mi espalda a la pared.Miro la hora y de pronto caigo en la cuenta que es muy temprano para que mi madre este aquí.
—Mamá ¿sucedió algo para que me visites tan temprano?
—Isabella, hija habíamos quedado que pasaría temprano por ti para ir a la prueba de mi vestido para la boda de tu hermano. Por cierto, ¿tú cómo vas con el tema? ¿ya escogiste modelo?
Mierda, se me había olvidado.
—¿Era hoy? Lo siento lo he olvidado, estoy teniendo unos días de mucho trabajo ¡Ya ni sé en dónde tengo la cabeza! —me excuso nerviosa.
—Pues yo creo que sí lo sabes—replica mi madre mirando hacia el piso de arriba.
—Mamaaaá —le advierto.
—¿Qué dije de malo? Y aquí entre nos —dice bajando la voz—, yo también me olvidaría de todo con un bombón como ese.
—¡¡¡Mamaaá!!! No empieces. No es lo que estás imaginando—insisto en vano. Cuando se le mete una idea en la cabeza, no hay quien se la quite.
Solo ruego que Lorenzo no esté escuchando esta conversación o moriré de vergüenza.
Miro a Julieta en busca de ayuda. Pero ella sólo se encoge de hombros divertida con la situación.
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Deliciosa Adicción
Любовные романыCuando la periodista Isabella Rienzo descubre la traición de su prometido a días de su boda, promete no volverse a enamorar. Todo se complica cuando una mañana despierta en la cama del terriblemente sexy y arrogante Lorenzo Castelli, quien desplegar...