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Si, al fin probé el fruto prohibido; su beso. Ahora esperaba que pasara algo más, algo más intenso y excitante, pero me viene a la cabeza que estamos llegando a nuestro destino.

Se que disfruto durante nuestro proceso de comernos a besos, pero dudo que lo quiera repetir.

Su cara vuelve a esa fase de autoridad y se mete en su propia burbuja. Y eso era lo mala que imaginaba que pasaría, aunque no sea lo peor es algo que me cabrea muchísimo. Quisiera preguntarle lo que le pasaba.
Si, es un cabrón y un bipolar.
Al llegar, me abre la puerta y me extiende la mano para que me apoyara. ¿En serio, ahora tienes ganas de hacerme sentir como si fuera una princesa mientras que antes me tratabas como si fuera una mierda, ignoradome después de ese beso que me quito la respiración y que me hizo sentir como si estuviera en una nube?Este tío tiene mucha cara, pues ahora jodete que yo paso de tios bipolares.

Que se guarde esa caballerosidad para Kate, yo no quiero saber nada.
Rechazo su mano y le espero mientras el habla con el chofer.
Agacho mi cabeza para que no vea la gran decepción que llevo dibujada en la cara.
Entramos como podemos porque hay una gran fila en la puerta principal.
Dentro, todo es lujo y nuevo.
Como Paris me aviso, todas las mujeres iban con un vestido elegante de cortes distintos. Los hombres no eran menos así que iban todos con un traje que les resaltaba, o simplemente con unos vaqueros y una americana bien definida.

Sigo al Señor Ward por el restaurante, a unos pasos muy ligeros, no me apetecía coger su brazo y que me diera aguante con ello porque es tan frío que espanta a la gente con solo una mirada. A mi no me espanta su mirada, a mi me espanta sus cambios de humor a cada segundo.

Como había señalado la camarera, los hermanos Jade estaban sentados al lada de una ventana grande de vidrio.
Paris, no se equivocaba, todos eran muy guapos y elegantes, aparte de tener esa cualidad eran muy educados. Se levantan cuando llego a la mesa para saludarme.
Estrechamos las manos y nos sentamos para empezar a charlar.
Emmet, el hermano penúltimo, es un gran gilipollas, así de claro, sus bromas dirigidas hacia su hermano pequeño es decir, a Jade, no tienen ni puta gracia. Pero los hermanos se ríen como tontos ( menos Jade), ¿como los soporta?
El hermano mayor, Zac, no es tan tonto como los demás pero es bastante orgulloso y todo el rato no echa encara todo lo que su empresa a conseguido y cuan rico es.
Al hermano antepenúltimo, Jeff, le apasionan las mujeres y por eso monto una empresa de belleza femenina, no es que me parezca mal pero el ultimo detalle que dijo casi me hacia vomitar; su motivo de montar esa empresa era porque así se ligaba a mujeres jóvenes y se las llevaba a la cama recompensando con tratamiento de belleza gratis. ¿Quien caería tan bajo, para aceptar esas propuestas? Supongo que muchas porque ahora mismo nos esta contando cuantas se ha ligado, es asqueroso.
-¿Ya han decidido señores?
Ha esta camarera le voy a dar un beso por interrumpir a ese cerdo de Jeff. Zac responde por todos.

-Nosotros lo de siempre.

La mujer asiente y se pone en marcha. Aquí, ni siquiera uno puede elegir el menú que quiere.
Miro de reojo a Jade para intentar que me explicara la comida que me iban a traer. Pero este habla en voz baja con su hermano mayor en una charla muy intensa e incomoda por la cara que pone.
Como toda una mujer pido disculpas y voy al baño, bueno digo que voy al baño pero es solo para tomar aire frío y liberarme unos momentos de los ojos de Jeff, que me mira el escoge y entre las piernas. Se que estoy tardando demasiado en entrar pero es que no soporto a ninguno de los hermanos, ni siquiera a Jade; solo aveces, esas veces que tiene esa sonrisa traviesa.
Alguien pone la mano en el hombro, me sobre alto, y mi sobre salto ha sido con razón porque delante mio esta esta Jeff con una sonrisa seductora.

TODA MÍA (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora