TODA MÍA (editando)

23

Cerré los ojos, no podía hacer nada más. Mi corazón iba mil por hora y mi cuerpo ni siquiera me responde. El único gesto que hice fue levantar la mano y girar poco a poco hacia los agentes que nos estaban apuntando con unas pistolas.

Sabía que había metido desde el principio a Jade en un gran problema. Sabía que de esta él no iba a escapar y mucho menos yo.

—Bueno señor Ward, como sabrá, mi compañero le ha leído sus derechos al igual que a su compañera, la señorita Taylor Junner. Y ahora procederemos a la sala de interrogatorios para haceros unas cuantas preguntas, sino les importa —Dice el señor Smith, bajando poco a poco su arma.

—No diré ni una palabra sin la presencia de mi abogado, al igual que mi compañera. —Escupe Jade al señor Smith, que con una sonrisa intenta disimular su decepción.

La salda de interrogatorios es oscura y escalofriante, seré tonta, ¿que me esperaba? ¿Una sala llena de flores y mariposas?
Estuve bloqueada durante al menos quince minutos, pero sabía que al otro lado tenía a alguien, tenía a mi propio equipo. Y tenía un plan B.

Me tumbe en la mesa con los brazos cubriéndome toda la cara, así las cámaras no notarial que estoy manteniendo una conversación con alguien. Y ese alguien era George.

—¿George me oyes? — Susurré a través del pequeño micrófono.

—Taylor si, pero ahora estoy perdido, no se que hacer. Joder, la C.I.A os a pillado.

—Eso pensé yo, pero no, ellos no eran la C.I.A. La C.I.A no tiene agentes que ponen que son de ella. En sus uniformes llevaban en unas grandes letras que pone "La C.I.A." Ellos no llaman la atención, solamente quieren pasar desapercibidos. Te dije que no encontré nada de los archivos porque no lo he hecho, pero se donde encontrarlos, se donde podrían estar y se quien lo mantiene bajo llave.

—Taylor, es el edificio de la C.I.A.
—Lo se, pero los agentes no lo son, la C.I.A no llama tanto la atención. Sospecho que estos son la pandilla de Kyle, sabían que nosotros veníamos. Tenemos un topo en nuestro equipo que podría haber avisado.

—¿Qué tal esta Jade? —Pregunta preocupado.

—Estará bien si llegas a tiempo. ¿Podrás?

—Dame unos quince minutos y estaré allí.

—Señorita Junner, me alegra verla de nuevo —dice una voz femenina y me sobresalto del susto.
Y para mi sorpresa era Kate.
—Si —Respondo con voz ruda.
—¿Que ha averiguado?
—Nada.
—¿Qué buscaba en los archivos del señor Kyle Carter?
—Nada.
—¿Por qué te  infiltraste, haciéndote pasar por una agente del FBI en la C.I.A una simple chica?

—No tengo porque responderte a tus preguntas sin la presencia de mi abogado.

—Chica lista, supongo que tu padre te ha enseñado un poco de derecho. Pero que me dices la  siguiente afirmación. Tu eres acusada de asesinar a un agente de seguridad según tu por defensa propia, aun te están investigando y tu juicio está a la vuelta de la esquina. Pues bien, ahora necesitas pruebas que demuestren que el señor Carter te ha chantajeado, amenazado y guarda unos explosivos en cada rincón de la casa de tus familiares.

—Se lo que intentas. Y jamás lo vas a conseguir.

—Claro que si. Pero prosigamos con el relato. Y ¿quién sale mal parado en este cuento a parte de ti? Si adivinaste, el señor Ward, tu querido enamorado, no sabe casi nada de ti y esta dispuesto a hacer todo, a arriesgar todo. Pero lo bueno es que tu, querida mía, solo conoces la parte humana de Jade. La parte tierna y aveces controladora. La parte simpática, amigable. ¿Le has preguntado por que te ayuda?

Me mira fijamente con sus ojos penetrantes y asiente como si acabará de comprender algo.

—Ya sabía yo Jade no sería capaz de contarte tal cosa. ¿Sabes porque te ha elegido a ti? ¿Sabes al menos lo que significa para él?

—No me harás daño con tus suposiciones, sí Jade me tiene que contar algo lo hará. Sí Jade quiere decirme lo que significo para él la hará. Pero ¿sabes lo que no vamos ha hacer ni él ni yo? , caer en tu juego absurdo Kate, vete inventandote otro, que este no cuela.

—Pobre niña estúpida, ¿en qué mundo vives tu? Crees que una persona como Jade te quería pudiendo tener a toda mujer de la tierra? Jade no es un hombre que se encapricha con algo a menos que haya un motivo.

—Kate, basta ya...—Le interrupo.

—No,no, dejame continuar. —Coge un papel escrito por las dos caras.

—Retrocede hasta tu infancia trágica Taylor, quiero decir, en el fallecimiento de tu madre y tus hermanos. Justo allí. Ese verano tu madre había ido a buscar a tus hermanos al aeropuerto y en una curva, un BMW negro conducido por unos críos de apenas  dieciocho y uno de quince se colisionó contra el de tu madre. Tu madre murió en el acto y tus hermanos días después. ¿Verdad?

No respondí, no hablé,no me moví. En mi cabeza se reproducía todo el rato la misma imagen. Aquel espantoso día. Aquel atardecer lleno de lágrimas y dolor.

—Vamos a jugar a las adivinanzas, adivina adivina ¿quién iba conduciendo?
Pasa unos segundos en el que ninguna dice nada.
—Adivinaste —me sobresalta —Lo iba conduciendo tu querido amado y protector Jade. Sus padres, ricos empresarios se encargaron de cubrirlo todo. Se encargaron de que su queridito hijo ni siquiera fuera al centro de menores.

Se ríe al verme encogerme en el asiento.

—Así que lo que te mantiene unida a él, no es el amor que siente por ti sino la la pena que le consume. Que no le deja vivir sabiendo que había matado y que había dejado a una pobre chica sin madre ni hermanos.

Me mira saboreando mi sufrimiento.

—Ahora mira donde estas, acusada de un asesinato, por matar a Kyle. Y sabes lo más curioso. Es que Kyle conocía el secreto de Jade. Y ahora preguntate porque Kyle se quería vengar De Jade, no es por ti sino, porque Kyle también había perdido a alguien querido por culpa de los Ward. Tu fuiste la que le quito un problema de encima a Jade, tu le quitaste a Kyle de en medio.

—Nada tiene sentido, si Kyle lo tenía todo contra Jade porque me amenazo a mi, ¿por qué no me dijo sus motivos verdaderos? —Digo pensando en voz alta, aunque me ahogaba con las  lágrimas Kate me entendió.

—Por que pensaba que él estaba enamorado de ti, tu eras la vía fácil, la vía que no estaba rodeada de guardaespaldas...

Después de eso no volví a escuchar nada más, me sentía agotada. Se me encogió el corazón, se me partió en dos y luego Jade paso y lo piso para que se resquebrajara en mil pedazos.