TODA MÍA (editando)

21

Paso los ojos por todos los hombres trajeados y veo en el costado de todos una pistola.
Me sorprendió al principio porque nunca pensé que Jade tuviera un equipo propio de agentes/guardaespaldas.

Su piso ahora parece más pequeño, no es que se haya encogido. Sino hay tanta gente y la gran parte del salón esta ocupado por ordenadores y pantallas gigantescas. En los que los informáticos trabajan como locos para recuperar los archivos borrados o guardados con una clave de Kyle.

Mi juicio se acerca o eso es lo que pone en la carta del juzgado que recibí esta mañana. Al parecer la libertad que me habían dado no era para siempre sino hasta que encontrar pruebas concluyentes, ahora que lo tienen puede que pase el resto de mi vida me pase en la cárcel.

Pero el abogado de Jade, nos dio la idea de reunir nosotros las pruebas que me ayudarían contra lo que se me ha inculpado. Ellos tendrían sus pruebas y nosotros los nuestros.

Sabía que no sólo bastaría con nuestras pruebas, sabía que si la C.I.A no corroboraba nuestras pruebas todo se iría a la mierda y yo acabaría yendo a la cárcel por defensa propia. Y la idea más loca se lo dije a George, el abogado de Jade, quien vio una lógica y me ayudo para llevarla a cabo durante la madrugada.

Se que alguien está detrás mio y cuando siento un mordisco en lóbulo de mi oreja, casi se me cae la taza del café al suelo, sino hubiera sido por las grandes manos de Jade la taza estaría hecha trilliza en el suelo de la cocina. Veo como lo deposita en la mesita que hay al lado.

Me giro para ver mejor, y lo que me encuentro en el rostro de Jade es una sonrisa traviesa. Incluso en los días más amargos consigue sacarme un pequeño reflejo de alegría.
—Sonríe un poco, anda. Hazlo por mi. —Y veo como su labio inferior se transforma en un puchero.
No puedo resistirme y se me escapa un risa escandalosa y mal humorada. A pesar de que no quiero reír lo hago y de allí mi mal humor.

—No hagas eso —Le advierto, mientras me separó de él ya que sus dedos están recorriendo mis pequeños puntos de cosquillas.
—¿Qué no haga que? —Pregunta haciéndose el inocente y atrapando me de nuevo entre sus brazos.
—Que no me hagas cosquillas, porque puede que estante a todo el equipo de agente del salón. —Le digo huyendo de sus fuertes brazos y escondiéndome detrás de la isla de la cocina.

Atrapada puede que esté, porque la puerta de la cocina está cerrada y por la otra parte está esperándome Jade para matarme con sus cosquillas.
—No creo que tengas escapatoria —Dice Jade con su ronca y juguetona voz.

Pero antes de que fuera atrapada, la puerta de la cocina se abre y aparece el abogado de Jade, George.
—¡Oh! Por fin os encuentro... —Iba diciendo pero se para a observarnos a Jade y a mi con expresión más confundida que interesada.
—¿Interrumpo algo? —Pregunta cuando ve a Jade con una cara molesta.
Yo niego con la cabeza mientras que Jade ruge un:—Si.

—Bueno, supongo que puedo volver más tarde...
—No, no, no —Le digo a George, no estaba preparada para afrontar todo pero tampoco quería retrasar hasta el último día mi realidad. —Cuéntanos que pasa. —Exijo mientras me acerco al abogado de Jade.

George mira a Jade y cuando esté asiente empieza ha hablar.
—La buena noticia es que hemos localizado los explosivos...—Se para, no quiere continuar, presiento que es porque lo siguiente que va ha decir no me va ha gustar nada en absoluto.
—¿Y la mala noticia? —Pregunto con la voz a punto de quebrarse.
—La mala es que, tiene un temporizador. Los de la C.I.A saben muy bien como va esos explosivos, ya que lo diseñan ellos pero esta vez no nos van a ayudar porque no hay pruebas que les conduzcan hasta esos detonadores.

—A menos que....
—¿A menos que...? —Pregunto desesperada.
—A menos que alguien se infiltre en la C.I.A y conduzca a esos ineptos a la verdad, es decir, si en los ordenadores de la C.I.A conseguimos introducir todos los planes que Kyle tenía pensado y tener en cuenta que allí incluyen los explosivos. No tendrán más remedio que salir de esa burbuja en la que están pensando que Kyle es inocente. —Dice George repitiendo las mismas palabras que yo le había dictado antes de que Jade se despertará.
Si, la idea había sido mía, pero si yo lo decía Jade ni siquiera habría escuchada. Su instinto de protegerme ya le habría advertido que yo sería la infiltrada.

—Buena idea George —Dice Jade.
—Uno de mis hombres se encargarán de esa misión.

George me mira asustado, el no se atreve a decirle que yo soy la infiltrada. Por más que le ruego con los ojos se niega a decir ni una palabra.

—Jade. — Le llamo.
—Si —Dice con una sonrisa.
—Bueno, sobre el infiltrado... —Veo como se escaquea George. —Como te decía, el infiltrado, mejor dicho la infiltrado seré yo, lo hemos pensado y...
—¡No!—Exclama enfadado. —¡No, ni de coña! Vete pensando en otra idea, pero arriesgar tu vida de nuevo no entran en mis planes. Por mi culpa te han disparado, por mi culpa has tenido que matar y ahora por ello injustamente te van a condenar. Todo iba contra mi, te elegí para que aprendas, para que seas una buena empresaria en el futuro pero no te elegí para que arriesgues tu vida por mi nadie.

—Jade, Jade, escúchame por favor.
Lo que están en juego son las vidas de mi familia, no puedo permitir que ellos mueran. Se que intentas protegerme, pero yo ya se como hacer esa tarea, se cuidarme de mi misma y se cuidar de los que más me importan. Así que cuando te digo que voy a infiltrarme, créeme que lo haré. Con tu consentimiento a sin él. Y sí sólo significo para ti una aprendiz del gran magnate empresario Jade Ward, no veo porque te ha de importar lo que me pase.

—Joder sabes a lo que me refiero. Me importas más de lo que debería. Y no puedo ver como te suicidas delante de mis ojos yendo a la C. I. A como infiltrada. Sabes que esa gente no deja entrar en sus instalaciones a cualquiera.
—No te preocupes de ello, antes de que despertaras tus agentes y yo hemos estado creando mi nueva identidad. Seré la capitana Ann Miller del departamento avanzado del FBI.

—No, no, no lo permitiré yo, yo, yo te... Te...

—Jade, para, nada me va ha de tener, digas lo que digas, porque lo más probable es que sea mentira.