Sentí el aire frío que me desnudaba.
Mis ojos no se abrieron hasta que algo me destapó completamente y me quedé helada.—¡Arriba cariño, arriba, que llegas tarde!
—No, cinco minuto más... —Suplico.—No soy un despertador que puedas programar, ¡arriba!.
—Por favor...déjame —Insisto.
Por unos minutos pensé que había convencido para que me dejase, pero cundo sentí un líquido frío envolviendo todo mi rostro salí despegada de la cama.
—¡Papá! —Me quejo limpiendome el agua de la cara.
-Buenos días, sabes que no tuve otra opción —Se excusa.
Deja el cubo de agua, ahora vacío en el suelo y me extiende una taza de café como ofrenda de paz con la otra mano.
Lo miro un buen rato, analizando por sí mi padre está loco o solo es su naturaleza ser un cruel despertador andante.
—Esto no quedara así —Le advierto arrancándole la taza de la mano.
Sonríe y se da la vuelta para marcharse, pero se para de golpe.
—¿Sabes quién me acaba de llamar? —Me pregunta acercandese hacia mí.
—No...¿quién?.
—John.
—¿John?
—Sí, John.
—¿Por qué Johnny te llamaría?—Me quedo pensando un rato. —...oooh mierda, mierda, mierda.
Reprimió mis ganas de morirme ya y me bebo todo el café de golpe.
—Ten cui...
—¡Quema! , ¡quema¡ ufffff...¡QUEMAAA! —Sentía como el café me abrasaba todo la lengua y como al tragarmelo bajaba por todo mi esófago como la lava de un volcán.
—...cuidado, que eso quema.—Termina su aviso que llega un poco tarde.
—¡Me va a matar!.—Grito.
—No seas exagerda el café no mata.
—No me refiero al café.
—¿Entonces qué?.
—Qué no, quién y ese quién es Jonny, papá, Jonny es quién me va a matar.
—Es probable. —Dice asintiendo la cabeza para afirmar a la conclusión que acabo de llegar.
—Vaya, que consuelo que me das —Digo sarcasticamente —Primero me echas agua en toda la cara, luego me traes un café del infierno y ahora me afirmas que es posible que muera. Eres un gran padre, el mejor sin duda.
Se echa a reír con ganas, me da un beso en la frente y hace ademán de marcharse pero antes se acerca y me dice: —Lo sé, rezare para que no te despida—Me susurra al oído.
Me deja sola en mi habitación sintiéndome como un desastre.
Me visto lo mas rápido que puedo, son casi las ocho de la mañana y yo tenía que estar ya en la oficina hace media hora.
Reviso mi móvil y veo como veinte notificaciones entre llamadas y mensajes de John.
"Si tu culo no está en diez minutos aquí, despídete de tu trabajo" —Decía el último que me mandó.
A mis veintitrés años no soy capaz de conducir un coche. Si lo hiciera provocaría un accidente en el que todo Londres se vería implicado y no habría ningún sobreviviente. Por mi seguridad y por la de todos decido llamar un taxi.
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TODA MÍA (editando)
RomansaTaylor una simple chica de Londres que al ser la elegida para las prácticas en empresa Ward. Encamina un viaje con el propietario de la dicha empresa hacia la ciudad de Nueva York. Su trabajo era fácil, ser una buena alumna y aprender del gran empre...