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Cuatro semanas, han pasado desde el juicio final. Y aún por la televisión se sigue hablando de lo mismo, mi cara aparece en todos los lados.
—...El FBI ha asegurado que la familia de de Taylor Junner están fuera de peligro... —Dice la reportera que aparece en pantalla.

Oigo un ruido detrás mio y me sobresalto. Pero siento como me relajo al ver Jade aparecer con dos copas de vino tinto. No podía creerlo aun, no podía asimilar que mi infierno ya se haya acabado.

Le dirijo a Jade una sonrisa mientras me entregaba una copa.

Ahora lo miro con otros ojos, ahora no lo juzgo, siquiera le culpo. Ahora se que le quiero y eso es algo que me asusta, algo que es incontrolable y cuando quiera pararlo no habrá marcha atrás.

—Un dólar por tus pensamientos —Dice bebiendo de su copa.

Tal vez no tenga suficientes palabras para expresar mis pensamientos así que lo englobo todo y me lanzo a  sus labios.
Siento como se ríe bajo mis labios y yo lo atraído más hacia a mi.

— No crees que deberíamos tranquilizar a tu padre con una llamada. —Susurra entre mis labios.

—Eso puede esperar —Digo con una sonrisa cómplice.

Sus ojos se vuelven a un color más oscuro, sus labios de inmediato devoran los míos y por si no fuera bastante tortura, me estrecha contra su miembro y me acaricia lentamente en la zona que a cualquier mujer le deja demasiado aturdida para pensar algo racional. Siento un calor inmenso subiendo entre mis piernas por su recién paso. Mi cara debe estar tan roja como sea posible porque sea como sea es imposible que con este hombre no se me disparé toda temperatura del cuerpo.

—Jade...—Digo desesperada por sus caricias, deseando más y intentando satisfacer estrechándome más con él.

—¿Umm?—Pregunta haciéndose el inocente.

Sus labios van paseando por todo mi cuerpo, enloqueciendome de placer y lujuria. Me coge en brazos y me lleva al dormitorio.

—Al fin, ya eres toda mía —Dice con una voz ronca y cargada de deseo mientras me tumba en la gran cama.

—Siempre lo fui —Le digo trayéndole más hacia mi.

Me besa y cuando pensaba que se iba a desvestir saca una chaqueta y se la pone.
—¿Qué haces? —Pregunto sintiendo como mis emociones se van encaminando hacia la frustración cargada de enfado.

—Nos tenemos que ir —Dice con una sonrisa de chulo sabiendo muy bien que me ha dejada colgada y cachonda.

—No me hagas esto y además, me dijiste que hoy no tenías nada que hacer — Digo ahora más frustrada que enfadada.

—Eso dije, pero nosotros dos si que tenemos que hacer algo.

—Después de terminar lo que empezamos —Digo como una niña enfadada porque sus padres no le dejan salir y para empeorar mi comportamiento de niña inmadura cruzo los brazos en señal de cabreo como Dios manda.

Él solo sonríe y me mira con sus ojos suplicando que no le ponga las cosas más difíciles, porque se que a él también le costado tomar esa decisión tan repentina.

—Cariño, si no parará ahora nunca lo haría, ni siquiera te dejaría salir de esta habitación. Y si fuera por mi, ahora mismo estaría besando cada milímetro de ti.

—¿Por qué no lo haces? —Digo olvidándome ya hasta de mi nombre.

—Porque mis padres quiere que comamos con ellos y creo que vamos a llegar tarde como no te vistas ya. —Y mira el Rolex que luce en sus muñecas para ver la hora. —Date prisa.

—¡Jade! —Grito enfadada y veo como él sale corriendo de la habitación para que no le tire la almohada que agarre en cuanto dijo que íbamos a visitar a sus padres.

Sonrío estando enfada, creo que este hombre mezcla mis emociones a su antojo haciendo que ni siquiera yo me comprenda a mi misma.
—Jade, no te escapes de mi —Digo levantándome de la cama de un salto y yendo tras él. —Sabes que yo no voy a ir — Se arregla la corbata cuando entra en mi radar de vista.

—Vas a ir, a sino... —Dice en tono juguetón amenazante.
—O sino ¿qué ? — Le pregunto desafiante.
Se acerca sigilosamente, me acaricia suavemente y de repente me empotra contra la pared y susurra:
—Sino, tendré que castigarte y si que no te hará mucha gracia lo que tengo en mente. —Dice mordiéndome el labio inferior.

Las piernas me tiemblan, pero no de miedo sino de excitación y siento que no puedo sostenerme sola sino fuera por Jade estrechándome contra la pared.

—¿Qué me dices, te vienes conmigo?

—Con una condición —Digo con mi voz más misteriosa.

—¿Cuál? —Pregunta intrigado y juguetón.

—Quiero terminar lo que empezamos antes, al regresar. —Digo con una sonrisa cómplice y seductora.

Veo como sus ojos se convierten en fuego ardiente y su sonrisa se amplia dejándome ver unos hoyuelos de muerte.
—Te lo garantizo. —Dice con su lasciva mirada caliente. —Pero ahora vete a vestirte, mi familia no soporta la impuntualidad — Y me da un azote en el culo en cuanto me giro para dirigirme hacia el dormitorio.

Me visto tan rápido como puedo e intento estar lo más elegante posible para una comida en el jardín de los Wards.

Al acabar voy en el encuentro de Jade. Que está sentado en el sillón. Desafortunadamente un pendiente se me cae al suelo y me agacho al suelo, pero mi mente más pervertido y provocadora planea que me pongo delante de él dejándole ver una gran vista de mi culo envuelto en un vestido ajustado pero elegante.

Oigo como su respiración es más rápida e incontrolada.
—No me tortures así —Dice en un pequeño susurro ahogado.

—¿Por qué lo dices? Solo estoy buscando mi pendiente  —Digo tratando de ser lo más inocente posible.

Me agarra el brazo y me levanta del suelo y después hace contacto visual  conmigo para decirme:
—Tu y yo, bien sabemos que tu propósito no es ese. Sino el de provocarme para matarme de deseo. Pero eso no sucederá porque tu caerás antes que yo y de momento llevas un castigo.

Le ha dedo en el clavo pero no estoy dispuesta a admitir que eso sea cierto. Se que sus castigos van ha ser peores que los míos. Y se que si él se propone provocarme podría gritar en medio de la cena porque mi cuerpo ya no me pertenecerá en cuanto él decida que es hora de devolverme todo le que le estoy haciendo aquí. Temo que de verdad grite en la cena, delante de sus padres.

—¿Estás lista? —Pregunta Jade.

—Si, supongo.

TODA MÍA (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora