-Conozco un lugar cerca de aquí en el que muchas veces voy a comer con Marcos.-Dijo Eduardo pero apenas le presté atención, debido a que me sentía demasiado abstraída en mis propios pensamientos.
-¿Aún sigues pensando en las historias? Ya ha terminado tu turno.
-Sí, lo sé. Pero tengo bastante información en la cabeza, lo siento.-Dije a modo de disculpa. Sonreí tímidamente.
-Es normal, aunque al terminar de trabajar intenta olvidarlo. Imagínate que al salir la cárcel cierras una puerta y abres otra pero esta es en tu mundo.
Andamos apenas unos minutos y llegamos a un pequeño bar que resultaba ser bastante acogedor. Bueno, supongo que después de estar en la cárcel, cualquier lugar podía ser más agradable. Pero a veces, dependía también de las personas con las que compartías el espacio, y el hecho de dejar de escuchar a gente peleándose me aportaba más tranquilidad. Tomamos asiento en una de las pocas mesas que estaban libres. Nos entregaron el menú y no presté demasiada atención al escoger una ensalada de primero y merluza de segundo.
-Me gustaría saber un poco más de ti...-Dijo un poco cortado. Pensé que a eso se debía el motivo de querer estar conmigo, aunque de todos modos lo entendía. Éramos compañeros de trabajo y era normal que se interesara un poco por mí. Aún con esas me sorprendía ligeramente el que pudiera tener interés aunque solo fuera profesional, tampoco era alguien con una vida precisamente interesante o así me lo parecía a mí.
-¿Qué quieres saber?-Pregunté mientras una camarera nos traía la bebida.
-Pues un poco qué te ha traído hasta la prisión. ¿Cómo te decidiste por ese camino?
-Comencé estudiando criminología, la verdad es que me interesé mucho por ello. Pero no llegué a plantearme seriamente el trabajar como funcionaria en la prisión. Es curioso a veces la forma en la que los planes se deshacen antes siquiera de ser creados.
-¿Querías trabajar en otro lugar?
-No concretamente, tampoco tuve demasiado tiempo para pensarlo. En los cuatro años en los que estuve en la Universidad sólo me dediqué a estudiar. No me importaba demasiado a qué me dedicaría en un futuro cercano. Básicamente, porque puede llegar el caso de no trabajar para aquello que se había estudiado.
-Es una posibilidad. Bueno, a veces surgen imprevistos y demás. Yo por ejemplo hice oposiciones para ir al cuerpo de bomberos pero aún no tengo demasiado claro cómo terminé siendo celador. Aunque no me arrepiento de nada.
-Yo tampoco me arrepiento. No sé qué me espera y hay días en los que no quiero saberlo pero pese a todo tengo algo claro y es que haga lo que haga intentaré dar lo mejor de mí.-Respondí con toda la convicción que aún albergaba.
-Seguro que lo harás bien. La clave está en desenvolverse bien en ese ambiente. Como has podido comprobar cada persona es un mundo. Y habrá reclusos los cuales sean más herméticos por decirlo de algún modo y con aquellos tal vez te costará establecer una conversación. Pero con paciencia y perseverancia lo conseguirás tarde o temprano. Lo importante está en ¿Cómo lo llevas anímicamente?
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¿Qué ocultan sus miradas?
Gizem / GerilimMaia ha terminado la universidad y ha conseguido el título de criminóloga pero a la hora de la verdad, deberá demostrar que tiene lo que debe tener para enfrentarse a un mundo complicado. La pregunta es... ¿Estará dispuesta a ver el mundo desde otro...