Clarisse

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Había ido a entrenar con mis hermanos, al principio no quería pero todos insistieron y decidí aceptar, aunque estaba fuera de forma, aun seguía teniendo mi forma de luchar, pero obviamente mis hermanos eran más fuertes que yo porque practicaban todos los días.


Cuando termine mi entrenamiento, estaba cansada y lo único que quería es irme a dar una ducha, cuando abrí la puerta una cubeta de sangre se me cayo encima, inmediatamente sabia que era los Stolls, pero decido no prestarle atención, tal vez antes le hubiera devuelto la broma o me encargaría de que no lo volvieran a hacer pero ahora no quiero hacer eso.


Sé que a todo el mundo le sorprenderá eso, pero sinceramente no me importa, sé que mis hermanos se encargaran por mí, porque los hijos de Ares tenemos un lema "Te metes con uno y te cargas a la cabaña completa". Después que me di un largo baño, para quitarme la sangre, una de mis hermanas me presto ropa y fui a la cabaña. 


Sé que a mis hermanos le gustaría que me quede ahí con ellos, pero por ahora necesito estar sola, por lo menos hasta que pueda decirle a mis hermanos la verdad. Cuando entre a la cabaña, fui a la cama y agarre la pequeña muñequita que había en el piso, esa muñeca era de Silena, se la había regalado cuando cumplió 1 año y era su favorita. 


-¿Como desearía que estuvieras conmigo?- pensé mientras sostenía a la muñeca.


Tengo que admitirlo que después que Silena llegó a mi vida, todo cambio. Ella me devolvió la fe en mí misma, que se había perdido cuando salí del campamento, nunca me separe de ella, en ningún momento y mi madre fue un gran apoyo para mí. 


Ahora que ella no esta a mi lado, me siento débil, con miedo. Me da miedo pensar que le puede pasar algo malo y si yo tengo razón y algo malo le pasa, no sé lo que haría sin ella. 


Nunca te Olvide Donde viven las historias. Descúbrelo ahora