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serendipity


El reloj marcó los últimos segundos, los más críticos. El último cuarto estaba llegando a su fin.

5... 4...

Una chica se hallaba entre el público mordiéndose las uñas, tensa como nadie, casi rezando mientras veía el final del partido de kaijo contra too; los nervios se la comían viva. Podía jurarlo.

3... 2...

Y justo en ese momento, recordó cómo lo conoció.

1...

• • • ● • • •

El primer día de clases en la escuela preparatoria kaijo terminó más rápido de lo pensado, entre presentaciones e introducciones el tiempo se fue volando; y luego vinieron las actividades de los clubes a los que cada alumno decidió unirse. Como también era el primer día, pasó lo mismo que con las clases, sin embargo, una persona se quedó después de las actividades de su club, que finalizaban temprano. Le gustaba leer y quedarse hasta tarde en la escuela, así que eso fue lo que hizo. Apoyada en un árbol en el jardín, el silencio era tan pacífico que podría pasar el resto de la vida allí sin problemas.

Hasta que un grito horrorizado muy cerca le hizo saltar en su sitio y buscar la fuente de aquello, que no estaba más lejos que unos cuantos metros. Era un muchacho rubio de un metro ochenta y nueve centímetros de altura, con la piel blanca y los ojos color miel. La muchacha entrecerró los ojos porque juraba que lo había visto en algún otro lugar, pero ¿dónde?

Como fuera, aquella persona estaba gritando y la causa era una lombriz que se arrastraba perezosamente hacia el sitio del rubio. La chica, que veía todo desde un ángulo escondido, alzó una ceja.

-De verdad, ¿todo por una miserable lombriz? Esto es ridículo...

Un nuevo grito la sacó de sus cavilaciones, ganándole un susto de paso porque estaba mucho más cerca que los anteriores. El muchacho estaba prácticamente junto a ella, aunque no la había notado.

- ¡Al menos nadie ha visto eso! -exclamó mientras hiperventilaba, viendo al animal de lejos y sintiendo un escalofrío recorrer su columna.

Y mirándolo más de cerca, ella se dio cuenta que era...

- ¡Kise Ryota!

Acto seguido, se cubrió la boca con las manos, dejando caer el libro que estuvo leyendo porque, rayos, había hablado en voz alta y el muchacho se dio cuenta de su presencia en el lugar. Un segundo le tomó voltear a mirarla fijamente casi con miedo, lo que le tomó a ella ponerse tan pálida como una hoja de papel, sintiendo las palabras amontonarse y atorarse en su garganta.

- ¿¡L-lo has visto!? -gritó el rubio, nervioso, dando un paso para acercarse.

Pero ella se inclinó profundamente antes de que pasara cualquier otra cosa, desconcertando al chico y gritando en medio de su reverencia, con la nariz casi pegada al suelo:

- ¡Lo siento mucho!

- ¡Espera!

Sin embargo antes de que el modelo tuviera tiempo de decir o hacer algo más, ella se incorporó, tomo su bolso y se retiró corriendo, perdiéndose detrás de los muros de la salida.

Por su parte, Kise se quedó desconcertado y sin saber muy bien qué hacer en su sitio. Aquella chica acababa de huir y dejar tirado el libro que estuvo leyendo, y no era como si el jugador quisiera gritarle o algo por haber visto esa escenita, solo quería pedirle perdón porque estaba muy avergonzado y si hubiera sabido que ella estaba ahí, quizás se hubiera controlado un poco. De todas formas, sabía su nombre, era una de sus fans, ¿no? Cuando estuviera dando autógrafos la buscaría entre las chicas para devolverle su libro, por lo pronto, tomó el texto y lo guardó con cuidado entre sus cosas, dejando salir un largo suspiro de resignación.

[ 1 ] KnB ▶ yellow serendipity [PremiosKnB2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora