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i've always been here

El principio del juego sucedió de una manera tan tranquila que casi parecía una ordinaria práctica más, kaijo tenía el control como era de esperarse, y todo parecía marchar bien al menos hasta que el pelirrojo intenso dunkeo el balón con tal fuerza que el aro de la canasta se rompió. Lo único que Kai llegó a pensar fue que aquel muchacho era tan absurdo que preferiblemente se puso a leer un libro en lugar de estar estresada viendo ese juego. Sobretodo cuando levantaron la red divisora y Kise se puso de pie, arreglando su uniforme con emoción y orgullo, para entrar al partido.

Desde la cancha, le dedicó una mirada, una sonrisa y un pulgar alzado a la morena. Ella simplemente rodó lo ojos con cansancio y negó un poco con la cabeza, aunque en su interior un pequeño gritito de ánimo hacia él se abrió paso desde los rincones más recónditos.

Como era de esperarse, las fans no tardaron en aparecer y gritar como locas al ver al jugador número 7 entrar en la cancha. Nada fuera de lo normal, a parte de que ambos equipos estaban jugando como unos salvajes, todo bien.

Hasta que Kise Ryota en su ensimismamiento, se volteó de una manera tan brusca que ni siquiera se dio cuenta de la persona que estaba a su espalda.

— ¡Kise! —el grito de Kai y la silla cayéndose fue lo único que se escuchó antes de que el rubio golpeara a Kuroko con tanta fuerza que el peliazul fue a parar al suelo con sangre brotando de su frente.

Por un momento todo a su alrededor desapareció. Sólo existía Kuroko con la sien ensangrentada y el hecho de que había sido su culpa, sólo estaba Kuroko fuera de juego porque él no había estado lo suficientemente atento como para que eso no sucediera. Sólo estaban los jugadores de seirin llevándolo en una camilla porque se había desmayado... y entre todo eso, apareció Kai, limpiando y curando con cuidado esa herida. Sin embargo, el shock fue tanto, que perdió la noción del tiempo y para cuando quiso darse cuenta, la pelinegra le daba un par de ligeras palmaditas en la mejilla para despertarlo.

— ¿Estás bien? —inquirió, alzando una ceja. Kise solamente asintió, aunque sin prestar mucha atención—. No te preocupes tanto, Kuroko-san va a estar bien —consoló al ver la mirada dorada desviarse de nuevo al peliazul—. Son cosas que pasan. Sigue esforzándote en el juego.

Lo siguiente que dijo mientras se daba la vuelta para volver a su asiento, lo despertó de su letargo, haciendo que abriera los ojos de par en par:

—Te estaré observando.

• • • ● • • •

El resto del juego se había desarrollado bastante bien y sin contratiempos aunque al final, Kuroko se levantó a jugar con todo y lesión. Cabe aclarar que Kai le reforzó la venda porque no estaba dispuesta a correr el riesgo de que se desangrara mientras estuviera en la cancha.

Al final, seirin había resultado ganador, y lo primero que hizo Shibata al ver la cara de Kise fue acercarse al jugador mientras este se limpiaba las lágrimas. No dijo nada, simplemente se quedó de pie frente a él, lo miró fijamente y él le devolvió la mirada; alzó una mano y posándola sobre su mejilla, enjugó una lágrima que se escapaba en ese momento. Lo siguiente que hizo fue dedicarle una sonrisita y una efímera caricia.

—Lo hiciste bien.

Kaicchi... —aquel murmullo fue lo suficientemente bajo como para que ella frunciera un poco el ceño, intentando descifrar sus palabras.

— ¿Qué dijiste? —cuestionó, alejando su mano de la mejilla del jugador.

—Nada —Kise tan solo negó con la cabeza y se encogió de hombros—. Iré a cambiarme.

[ 1 ] KnB ▶ yellow serendipity [PremiosKnB2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora