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二十四

二十四
lethologica

[Noun. When you think of something but the word for it escapes you.]

[Pronombre. Cuando piensas en algo, pero la palabra se te escapa.]

- ¡Vaya! ¡Shibata! -Kiyoshi Teppei estaba bastante sorprendido de verla entrar ese día en su habitación, y más por cómo iba vestida: no era que los skinny jeans y las cortas botas negras le quedaran mal, de hecho, le quedaban bastante bien, pero esa camisa era muy particular.

-Buenos días, Teppei -le dedicó una sonrisa mientras en su bolso rebuscaba un paquete de palomitas dulces, que lanzó al muchacho antes de sentarse junto a la camilla-. ¿Cómo está tu rodilla?

-Bastante mejor; me han dicho que, si sigo así, pronto podré salir -le correspondió con una sonrisa parecida, aunque un poco más tonta; abriendo el paquete de dulces y ofreciéndole un poco, aunque sabía que ella se negaría a comer-. Es una sorpresa que hayas venido.

-Hoy es el primer juego de kaijo al que asistiré -después de la explicación, comprendió un poco la razón del por qué estaba vestida así, aunque... seguía sin entender por qué específicamente el número siete.

Kai tomó el mando del pequeño televisor que estaba en el cuarto y empezó a pasar los canales, hasta que vio el maratón de Harry Potter que estaban transmitiendo, y lo dejó ahí. El tiempo en que ella se tardó en hacer eso, fue el mismo en el que Teppei sacó conclusiones por sí solo.

- ¡Ah! Ya entiendo. ¿Entonces por fin eres novia de Kise Ryota?

Kai se puso pálida y dio un sobresalto, mirándolo con incredulidad.

- ¿Qué dices? ¡N-no! Al contrario. Aunque esta camisa me la obsequió él... ¡pero definitivamente no somos novios!

Kiyoshi la miró atento mientras daba esa nerviosa respuesta, se había sonrojado y se veía un poco ansiosa. Y después de que bajó la mirada al terminar de contestar, se dio cuenta de ese pequeño detalle, ese que todos parecían notar con demasiada facilidad menos el jugador rubio per se.

-Así que al fin te gusta alguien -Teppei esbozó una nueva sonrisa. Shibata sabía bien el tipo de persona que era, por lo que no le extrañaba en realidad que se hubiera dado cuenta tan rápido-. ¿Qué pasó con eso de "no-me-malinterpretes-es-insoportable"?

El sonrojo aumentó hasta que sus orejas se pusieron rojas, se llevó una mano al pecho y se mordió el labio inferior.

-Sabes... ¿sabes esa sensación de tener una piedra en el zapato? -Teppei asintió-. Al principio te resulta sumamente incómodo, ¿verdad? -y ya el muchacho sabía qué era lo que ella quería decir exactamente-. Pero si no la sacas, terminas acostumbrándote, ¿no es así? Tanto que después de eso, te sientes extraño si te la quitas, como si te faltara algo.

Niña, eres muy mala con las analogías.

A pesar de que lo pensó, el castaño no dijo nada. Se mantuvo mirándola mientras comía sus palomitas, y era un cuadro sumamente curioso y gracioso al mismo tiempo. No hacía falta exteriorizarlo, pero Kai aún quería decir algo, eso él lo sabía perfectamente por la manera en la que fruncía los labios de forma insegura.

-Pero es confuso Teppei... -murmuró, el resto de la declaración saliendo de un segundo a otro-. Él es muy atento y siempre me agasaja de mil maneras... me lleva a muchos lugares y parece que tiene cierta obsesión con escuchar mi voz -se aguantó una risita-. Y exactamente esa es la misma actitud que tiene con todos los dems... cosa que me hace sentir contrariada - emitió un denso suspiro, como si se estuviera rindiendo, como si estuviera demasiado cansada-. Supongo que ya no puedo seguir más con esto; nunca fui buena en el amor.