三十八

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 one day after

Lo primero que Kai hizo al despertar, aparte de bañarse, fue colocarse la camisa azul rey, número siete, y Hayami no se sorprendió al verla con esa vestimenta mientras bajaba por las escaleras a tomar el desayuno.

Kise (el pajarito), reposaba en su hombro, emitiendo continuos "I love you" y dándole besos en la mejilla a la pelinegra.

—Buenos días —dijo, avisando a su familia que ya estaba despierta.

— ¿Irás a la final de la inter high? —cuestionó su padre, mirándola por encima del borde de su taza de té.

Ella solamente asintió, tomando asiento, antes de que el timbre de la puerta sonara. Hayami se levantó ipso-facto para abrir, sin sorprenderse de encontrar la cabellera dorada frente a sus ojos, con una enorme sonrisa cegadora. Su madre lo dejó pasar, y Kai se notó impasible ante su presencia en su hogar.

El padre de Kai era otra historia.

— ¿Y tú qué haces aquí?

Ryota tuvo una expresión descompuesta, pues no se esperaba la pregunta.

—V-vine a buscar a Kaicchi, iremos juntos al estadio…

Sin embargo, ella se levantó antes de que el rubio terminara de hablar. Subió a su habitación a guardar al periquito ninfa en su jaula, además, no le apetecía formar parte de discusiones de celos tan temprano en la mañana.

En el fondo casi podía escuchar los gritos de auxilio de Kise, pero no le importó.

• • • ● • • •

“Aomine-kun inspiró a Kise-kun a jugar baloncesto. Solían jugar muchos one-on-one, pero… Kise-kun no ganó ni una sola vez.”

A pesar de que él estaba tomando su mano de una forma serena, y trataba de mostrarse tranquilo, Kai sabía que algo estaba mal. Principalmente porque estaba demasiado tranquilo. Pero decidió que era mejor pensar que la razón era el partido contra Aomine.

Ese muchacho… de tan solo pensarlo, tenía escalofríos. Le daba muy mala espina. Solo una vez se había cruzado con él y no le quedaban más ganas de verlo de nuevo.

Sus pensamientos se interrumpieron cuando llegaron al estadio, y Kise se detuvo antes de entrar.

—Kaicchi, ¿quién crees que gane hoy?

La morena alzó una ceja, escéptica. No estaba segura de si era una pregunta con doble intención, por lo que respondió lo más sincera posible.

—No puedo reponder eso. Nunca he visto a Aomine jugar.

—Tienes razón.

Ryota iba a seguir caminando, pero Kai se dio cuenta: tenía los labios apretados, además de la fuerza que había ejercido en su agarre. La chica resopló, y lo jaló suavemente, lo suficiente para llamar su atención.

—Pero sé cuánto te has esforzado y también sé que vas a dar lo mejor de ti —posó la mano libre en su mejilla. Los ojos dorados de Kise la observaban con un brillo cautivador, contra el cual luchó para no perderse—. Y por eso mismo sé que hoy vas a ganar.

Ahí lo sintió, de nuevo ese retumbar en el pecho, justo como la primera vez que él le confesó que la quería. No desvió la vista, ni se movió, ni siquiera cuando Kise empezó a inclinarse sobre ella.

Pero el beso llegó hasta su frente, y luego la abrazó con una fuerza con la que nunca la había abrazado jamás.

• • • ● • • •

Los gritos de Kasamatsu se escuchaban hasta la mitad del pasillo, y también las divagaciones de Moriyama.

Kise y Kai ahogaron una risa. Habían llegado de milagro, nadando entre un mar de fans que abordaron al rubio apenas pusieron un pie en el estadio; luchando contra el amenazador ataque de pánico de la Shibata.

Pero ahí estaban, y no se sorprendieron de escuchar al capitán gritándole a Moriyama cuando entraron en los vestidores.

— ¡Juega por nosotros, maldito tonto!

— ¡Senpai! —llamó el modelo, recibiendo una vociferación de bienvenida.

— ¿¡Ahora qué!?

Kise alzó una bolsa de dulces que tenía en la mano, con una suave sonrisita en el rostro. Kai rodó los ojos, lo que le causó gracia a Kobori.

—Mis fans me dieron esto, está bien si lo como, ¿verdad? Si algo trae relleno, yo…

No pudo continuar por el balonazo que le llegó directo a la cara, de parte del capitán.

—Come, juega o muérete.

Kai dio un par de pasos hacia atrás, sin siquiera pensar en la idea de revisar la salud física del as del equipo.

—Les recomiendo que dejen a Kasamatsu-senpai concentrarse antes de que decida violentarlos a todos —murmuró, viendo de reojo el hilillo de sangre que salía por la nariz del rubio.

La puerta sonó de nuevo, dando paso al entrenador Takeuchi…

—Oigan, ¿ya están listos? Ya casi es hora de salir. Den todo lo que tienen.

… con una reluciente cara de bebé recién afeitado.

Se veía terrible.

Kai intentó aguantarse la risa, cuando alzó la vista y se dio cuenta de que todos los demás en la sala se encontraban en las mismas condiciones.

—Nuestro plan de juego será el que discutimos en nuestra junta, ahora deben concentrarse.

Pero, por los dioses que nadie podía tomarlo en serio.

Kasamatsu se levantó con una exhalación apenas la oración fue dicha, y pasó por un lado del rubio, que era el menos disimulado, llamando su atención:

—Kise, búscame cinco minutos antes de que empiece el juego.

—… Sí.

Y se fue.

—Incluso hasta el senpai se puede poner nervioso…

• • • ● • • •

Diez minutos antes de que el partido comenzara, Kai se levantó, estirándose, y habló en voz alta.

—Me voy.

Aunque fuera la encargada de los primeros auxilios en kaijo, no tenía permitido entrar en la cancha a menos que se tratara de la mánager principal, cosa que no era. Ya se había acostumbrado a ver los partidos desde las gradas, lugar al que se dirigía en ese momento.

Moriyama se le acercó y tomó sus dos manos.

— ¡Kai-chan, ganaré por ti!

—No, esto… —como siempre, se retorció hasta soltarse del agarre del casanova, tras lo cual Koji le pasó un brazo por los hombros.

—Te admiro por sobrevivir a ese rarito por tanto tiempo —murmuró, alzando una ceja al ver a Kise arrastrando al mayor por la parte de atrás de la camisa, mientras Moriyama lloriqueaba porque “quieren separarnos pero no lo lograrán, Kai-chan”.

—Sí, bueno, supongo que no es fácil.

Se alejó del castaño justo como lo hubo hecho antes con Yoshitaka. Una vez en la puerta y antes de salir, se volteó para sonreírle a todos, quienes se quedaron sorprendidos ante su muestra de afecto.

— ¡Esfuércense!

— ¡Sí!

end of the chapter.

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