Y esa pregunta fue rondando sobre mi cabeza con la esperanza de ser respondida, quizás algún día lo sabría o moriría en el intento ¿Quién sabe? Sólo sé que ahora no puedo pensar en ti ni concentrarme en nadie más, hasta este punto de mi vida siento que soy un inútil e inmaduro, la mayoría de gente que está cruzando por mi edad vive siendo maduros y reflexivos quizás deba ser como ellos y no el típico chico que se le pasa jugando videojuegos mientras finge hacer los deberes y es que además de ese ángel tengo una vida, muy oscura por cierto pero una vida al fin y al cabo.
Quizás debas saber un poco más de mi y a partir de aquí tú decides si conocerme o no, para tener una corta edad tenía una mente maliciosa quizás no al punto de ser molestoso si no de querer ser malo y para mi mala suerte y mis malos pasos llegué a eso.
Algunos se preguntan ¿Cómo? Pues bien, yo era un chico solitario con pocos amigos e infinidades de problemas, algunos dicen «No me juzgues si no conoces mi calzado» y es que es verdad, al final del día ya sea en un pensamiento o algo que se le acerque uno llega a la conclusión que verdaderamente «Nadie sabe lo de nadie».