De mal en peor

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Hoy fui a la casa de Rose no sabía porqué ni para qué, quizás ella me conocía mejor que Alexa no lo sé. Quizás ella sabe más de mi que cualquiera.
Llegué y toqué el timbre, estaba asustado y tembloroso pero me recibió una sonrisa de oreja a oreja y unos cabellos rojizos que parecían el mismo fuego de un ave fénix, no sé porque pero me siento demasiado atraído hacia esa sonrisa y aquellas mejillas tan sonrojadas «pasa» Me dijiste.
Entonces pasé y sin pensarlo tomé asiento, sólo quería respuestas sobre mi así que lo dije «Rose, quién soy yo?»
«Bueno, tú... Eres alguien especial para mi, eres un chico lindo, tierno y dulce, eres alguien confiable. Cometes errores como todos pero sabes como ser un caballero y eso me gusta de ti.» de pronto comenzaste a llorar y me abrazaste, dijiste que lo sentías por hacer que me atropellaran. Yo me quedé pasmado y sólo me dispuse a secar tus lágrimas y abrazarte muy fuerte, de pronto dijiste «Ves? Eres el chico perfecto, aún después de haberte hecho tanto daño sigues aquí para mi» y me susurraste al oído «Te quiero».
¿Daño? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Me quieres? ¿Se puede dañar a alguien que quieres? ¿Eso es querer a medias? Joder, para qué vine. Ahora estoy aún más confundido.

El Bueno Para NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora