Hoy ya es sábado, me siento demasiado nervioso y cabe recalcar que con Alexa no sentía estos nervios pero bueno todo pasa por algo, ya son las 7pm y estoy a medio alistar, dan las 7:30 y salgo para allá, llego 15 minutos antes de la hora acordada y tú llegaste puntual, estabas hermosa siempre tan reluciente, con esa sonrisa y esos ojos tan hermosos, tu cabello estaba recién peinado y estabas tú siendo siempre tan perfecta, comenzamos a pasear y caminar burlándonos de las cosas que pasaban al rededor sin importarnos nada, habían unos juegos allí cerca así que fuimos para allá al parecer eres demasiado competitiva y orgullosa, no te gusta perder.
La estoy pasando genial, me dijiste que tenías hambre así que fuimos a comer unas hamburguesas, eres tan delicada para comer y yo tan cerdo para embutirme, de pronto besas mi mejilla y sostuve tu mano, te sonrojaste y veía tus mejillas rosadas, tu cara estaba roja literalmente eras un tomate, ya daban las 9 así que te dije que debíamos irnos, aún estábamos cerca a los juegos así que habían muchos niños allí cerca y a uno se le vuela su globo justo a la pista, tú con tu alma tan bondadosa fuiste a recogerlo, yo miraba como te acercabas y de pronto vino un carro a demasiada velocidad parecía que no tenía intenciones de parar y mis sospechas eran ciertas ese auto ¡No se detendrá! Te quedaste parada mirando aquellos faros y sin poder moverte, salté hacia ti y logré empujarte con todas mis fuerzas.
Cuando caí al suelo recuerdo que vi mucha sangre, demasiada en realidad, vi tu cara de pánico y escuché gritos de terror y pánico, de pronto mi vista se nubló y no supe más, así es ... Aquel carro me había atropellado, me pasó por encima sin detenerse y sin saber que podía pasarme y a estas alturas ni yo sé que pasará conmigo.