Una hora mortal

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Estábamos postrados en las carpetas ya con ansias de irnos, daban la 1:00pm y aún no sonaba el timbre se salida, todos estaban jugando, riendo o conversando mientras yo admiraba su belleza no sólo externa sino también interna.
¡Vaya! Me dije a mi mismo esa chica además de linda es intelectual, la había visto leyendo un libro un poco desconocido, recuerdo que lo leía cada día. Al parecer era su preferido, le gustaba mucho leer podía verlo en su sonrisa cuando leía con audífonos y escuchando un sinfín de canciones.
¡Demonios!, exclamé el timbre ha sonado y debemos irnos, hasta mañana te dije sin siquiera acercarme a ti o mirarte sólo con el pensamiento te decía adiós.

El Bueno Para NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora