-Exactamente. Sé que el presidente te encargó que vayas a buscar refuerzos junto con Sam. Muy bien, aprovecha ese momento para marcharte sin que nadie te vea. Simula tu muerte, sé original, yo sé que puedes hacerlo -Franco acercó su rostro muy cerca de Zeta, chocando sus miradas-. ¡Vete y llévate lejos de nuestra gente a la Nación Oscura!
-Eso no hará nada, ellos destruirán la nación si yo me voy.
-Yo me encargaré de que eso no pase. Tú lo único que traes es desgracia a esta gente -Franco comenzó a alejarse-. Te lo repetiré una sola vez, te irás y te los llevarás... o todos sabrán tu secreto.
Franco se alejó abandonando a Zeta en las penumbras de la habitación. El joven descargo su ira en una brutal patada a su litera.
-Hijo de perra...
*****
-Ya está todo preparado. El equipo convocado para la batalla contra los oscuros está reunido y listo para partir -informó Patricia, mientras Máximo se acercaba a ella-.
Detrás de la mujer se erguían las puertas de la nación y frente a ellas, un grupo numeroso de soldados y centinelas formaban en fila esperando las órdenes de su presidente. Entre todos ellos, se encontraban Franco, Rex, Jin y Anna.
El presidente se acercó a todos y verificó tanto sus armamentos como su equipo. Observó un notorio miedo en el rostro de varias de las personas ahí formadas. Sabía que probablemente debía de dar una charla motivacional como en las películas, pero no había tiempo para eso, resolvió acortar el discurso en unas pocas palabras.
-Escuchen señores, están al tanto de la misión que nos compete -Comenzó a decir Máximo-. Calavera y la Nación Oscura son unos enemigos imponentes y despiadados. No dudarán un segundo en acabar con sus vidas. Pero yo deposito toda mi confianza en ustedes... Los conozco, todos están entrenados para combatir esto y mucho más. Si podemos acabar con la amenaza zombi que día a día nos acechan, podrán acabar con cada uno de esos hijos de puta -El presidente dio una orden con su mano para que las puertas se abrieran y se dirigió a Franco-. Tú mandas ahora Brandon. Suerte.
-No lo defraudaremos señor presidente -dijo Franco, mientras marchaba hacia la salida.
Máximo continuó su recorrido dirigiéndose a su despacho.
-Patricia.
- ¿Señor? -La mujer le seguía el paso desde detrás.
-Necesito que comuniques a Zeta y Sam... a la otra muchacha también.
-Abigail.
-Exacto. Su misión comenzará ahora, no podemos perder tiempo con nada. La nación quedará desprotegida hasta que todos vuelvan y podamos pedir refuerzos- El presidente continuó su recorrido evadiendo a los asustados miembros de la Nación Escarlata, mientras ingresaba por un pasillo debajo de las escaleras que conectaba a la parte trasera del edificio-.
-Entiendo pero ¿no cree que son muy pocos solo tres personas para una misión de búsqueda? -inquirió Patricia.
-Son los únicos que pasaron el polígrafo, no puedo confiar en nadie y tampoco puedo mandarte a ti, te necesito conmigo.
-Comprendo señor presidente, pero podemos usar el mismo criterio que utilizamos con Abigail.
-Explícate.
-Podemos usar a los nuevos ingresantes de la Nación, los que entraron hoy quedan, por lógica, eximidos de ser uno de los traidores.
El presidente frenó la caminata para observar con una mirada de asombro a Patricia.
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Z El Señor De Los Zombis (Libro I) Versión Clásica
Ciencia FicciónTras despertarse en un callejón baldío, cubierto de sangre y sin ser capaz de recordar su identidad, un solitario y desconfiado joven no tendrá más opción que sobrevivir a un mundo en donde las leyes ya no existen, los muertos cobran vida, el orden...