El arma cambió de posición y ya no apuntaba a Franco, si no a Zeta, quien se frotaba su garganta a causa del estrangulamiento. - ¿Vas a dispararme Rex, amigo?- dijo Zeta seriamente.
-Sí, si no me dices la verdad ¡aquí y ahora! -ordenó Rex alterado, acercándose en un paso desafiante a Zeta-. ¡Basta de secretos! Quiero saber la verdad, ¿Qué mierda pasó en esa nación? ¿Qué significa esa cicatriz? Dímelo todo Zeta, o te juro... que disparo.
-Como quieras, si quieres disparar hazlo. Atraerás a los zombies de por aquí y además a la nación oscura- dijo Zeta fríamente, con la mirada clavada en Rex sin siquiera pestañar-. Dispárame, y moriremos todos ¿es eso lo que quieres? - comenzó a acercarse a paso lento, notaba como los nervios le jugaban una mala pasada a Rex por cada palabra que profería, percibía sus nervios aumentar y veía caer la sudoración en su rostro -. Y en el hipotético caso, de que yo no quiera morir, ¿crees que puedes matarme? ¿De verdad lo crees? No olvides amigo, quien te conoce de verdad aquí; ni siquiera tu amigo Juan conoce lo que te pasa. Si, ese mismo amigo que te abandonó con tus padres cuando comenzó esta mierda -Zeta se detuvo a un palmo de la punta del arma de Rex, la cual apuntaba a su pecho-. Espero que tampoco te estés olvidando de quien te salvó la vida cuando nos conocimos ¿Lo recuerdas verdad? De no ser por mí, todavía estarías en los dientes de ese perro zombie en la ruta -Zeta pudo observar el cambio en la expresión de su amigo, ahora se encontraba desconfiado -. ¿Y ahora me estás diciendo que dudas de mi, y que me mataras? Bien, ¿Sabes qué amigo? -dijo y rápidamente, de un manotazo desvió hacia un lado el arma de Rex; arrebatándosela de un tirón, rápidamente con su hombro derecho lo empujó bruscamente provocando que el joven cayera al suelo, seguidamente de eso, lo apuntó evitando que realizara cualquier tipo de movimiento - Te entiendo.
Franco hizo ademan de levantar su AK-47 contra Zeta, pero Rex lo detuvo antes. - ¡No te metas! Esto es entre él y yo-. Aún en el suelo y consumido por la impotencia, Rex observaba la punta del arma que amenazaba su vida, luego cambió la visión a los oscuros ojos de Zeta, que lo miraban desde lo alto... desafiante, amenazante. Tuvo una agria sensación de inferioridad. - ¿Me entiendes?
-Exacto- dijo en un tono más amigable-. Entiendo a la perfección como te debes sentir, tú me contaste prácticamente el peor momento que pasaste en tu vida. Y yo no he sido sincero contigo en ningún momento, no sabes absolutamente nada de mí, y siendo que tú me ayudaste a tener una identidad, por más que solo sea un apodo, eso me ha ayudado mucho y no te lo he agradecido como es debido. Y te pido disculpas por eso -giró el arma sosteniéndola esta vez desde el cañón, con la culata apuntando hacia Rex y esbozó una sonrisa mostrando sus dientes-. Prometo contarte todo lo que quieras saber Rex, pero primero tenemos que concentrarnos. Debemos salir de aquí con vida lo antes posible. Esa chica está en muy mal estado, y debemos salvarla; mientras más nos quedemos, más peligros corremos, sé que me entenderás.
Rex se tomó su tiempo para responder, evaluó la situación, observó a Noelia, su pierna estaba ya vendada pero su aspecto no daba buen augurio, por más que no quisiera admitirlo, Zeta tenía razón; no podían permanecer mucho tiempo en ese lugar, debían evadir al grupo de la nación oscura y a los zombies. Una situación no muy amena.
-Está bien -aceptó Rex, mientras tomaba el arma y se terminaba de incorporar- esperaremos a llegar a la nación escarlata, y entonces, hablaras; sin filtros, ni omisiones, ¿Cómo era? ¿Libre asociación?
- ¡Ja! Asociación libre... Está bien, no hay problema, es un trato - dijo y estrechó su mano con su amigo.
-Si piensas escapar en algún momento... no te irá bien, créeme - dijo Franco tajantemente.
-No necesito escapar - respondió Zeta con soltura.
-Entonces sigamos -acotó Samantha, luego se dirigió a Rex-. Si tu amigo de la nación oscura no miente, deberíamos tener el camino despejado. No hay muchos zombies, no debería ser difícil.
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Z El Señor De Los Zombis (Libro I) Versión Clásica
Fiksi IlmiahTras despertarse en un callejón baldío, cubierto de sangre y sin ser capaz de recordar su identidad, un solitario y desconfiado joven no tendrá más opción que sobrevivir a un mundo en donde las leyes ya no existen, los muertos cobran vida, el orden...