Simone
Todos se acercaron a Stiles para hablarle y preguntarle cosas, pero Scott les ordenó que le dieran más espacio porque seguramente ahora mismo estaría muy asustado. Scott colocó el brazo de Stiles sobre sus hombros y le ayudó a levantarse. Mi hermano me miró, pidiéndome ayuda, así que le ayude a llevar a Stiles a la habitación que estuviera más cerca, es decir, a la de Scott.
Stiles respiraba descontroladamente, mirando el suelo, como si estuviera pensando en miles de cosas a la vez. Su mirada se levantó lentamente, hasta encontrarse con la mía. Y algo se encendió dentro de mí, como si de repente Stiles y yo nos estuviésemos mirando y jamás fuésemos a dejar de hacerlo.
― Monie― susurró él mirándome― Simone― corrigió― Lo siento... yo no quería... siento lo que hicimos...
Scott por poco tiró a Stiles encima de la cama, mientras le miraba algo enfadado. Stiles se quejó al casi caer de la cama por la fuerza de Scott al soltarle.
― ¿Qué le hiciste a mi hermana?― preguntó Scott.
― Cálmate― le contesté a mi hermano― No era Stiles quien lo hacía, sino el Nogitsune.
Scott cerró los ojos y suspiró.
― Es cierto. Lo siento. Solo imaginé algo que no... estoy muy asustado y preocupado por ti Stiles... yo... no sabía qué diablos hacer para ayudarte. Siempre eres tú quien me está ayudando a mí, y cuando me toca a mí ayudarte a ti...
― No pasa nada Scott― respondió Stiles― Ahora estoy bien... creo. Espero ser yo mismo.
― Mejor me voy. Creo que necesitáis vuestro espacio― dije.
Las miradas de Stiles eran cada vez más intensas, como si él mismo estuviese reviviendo los momentos en que me besé con el Nogitsune que le poseía. Era muy distinto a antes. Antes no me miraba de la misma manera en que lo hacía ahora, me miraba como si fuese... pues como si fuese la hermana de su mejor amigo. Ahora parecía querer devorarme con la mirada. Era extraño. Pero me gustaba.
Entré en mi habitación y cerré la puerta en silencio. Mi mano tembló, y caminé hasta mi escritorio. Cogí un libro que tenía de Stephen King, y lo abrí por la página 64. No sé por qué lo abrí por esa página, pero simplemente lo hice. Doblé la esquina superior de la página. Cogí una hoja de papel y un bolígrafo rojo y empecé a escribir sin siquiera mirar la hoja. Una de mis manos sujetaba la hoja, la otra escribía sin parar. Doblé la hoja y la guardé entre las páginas 63 y 64. Dejé el libro en mi escritorio.
Suspiré. ¿Cuándo me había sentado yo en la silla de mi escritorio? ¿Y por qué tenía un bolígrafo en mi mano derecha? Le puse el tapón al bolígrafo y lo dejé al lado del libro de Stephen King. ¿Desde cuándo estaba este libro en mi escritorio? Yo siempre guardaba mis libros en la estantería que tenía en mi habitación. Negué con la cabeza, suspirando. Cogí uno de mis pijamas de mi armario y me fui al baño para darme una ducha. Después me puse el pijama y fui a mi habitación de nuevo. Intenté estudiar un poco, pero no podía concentrarme. Me sentía mareada, y débil.
― Por Dios, ¿ya me ha venido la regla?― pregunté en voz alta. Acababa de salir del baño hacía poco rato, y no había manchado ni nada, así que no podía ser por la regla porque aun no me había venido.
Bajé al salón, ya no había nadie allí, solo mi madre hablando por teléfono. Al parecer no haría su turno de noche hoy: se quedaría en casa con nosotros y Stiles. Estaba intentando convencer a su jefe para poder quedarse, pero al final no lo consiguió.
Enfadada dejó el móvil encima de la mesa y me miró sonriendo.
― ¿Has visto a Stiles? ¿Está bien?― pregunté. Ella asintió, mientras se acercaba a mí.
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Dark Ways| Stiles Stilinski
Fanfic«Te juro que no soy un pecador, solo estoy hermosamente roto.» La mayoría de los personajes no me pertenecen a mí, pero sí parte de la trama de la fan fic y algún personaje creado por mí. Algunas cosas de la serie serán cambiadas, aviso ahora par...