Capítulo 3.21

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Stiles

Tenía la certeza de que Scott y el resto de la manada no tardarían en llegar. Después de que los Berserkers me obligaran a entrar en la iglesia, traté de escabullirme entre los pasillos corriendo, alejándome de ellos. Una vez los hube despistado, aproveché para buscar a Simone.

Aparté unas cuantas telarañas que se acumulaban justo a la altura de mi cabeza y entré en una habitación. Al ver a Theo sentado en el suelo, corrí hacia él y lo agarré del cuello de la camiseta que llevaba.

― ¿Dónde está ella?― le pregunté. Tenía una herida en la sien, y llevaba parte del cabello y el rostro ensangrentados. Sin decir nada, señaló con la cabeza hacia la parte opuesta de la habitación. Me alejé de Theo y entonces vi a Simone, tirada en el suelo y encadenada a la pared.

Me arrodillé a su lado y la abracé contra mi pecho. Acaricié su cabello, sintiéndome agradecido de notar su respiración lenta en mi cuello; estaba viva.

― Hey, tienes que despertar― empecé a decirle, acariciando su rostro. Ella empezó a mover la cabeza, parpadeando y abriendo los ojos―. Hola, Monie.

― ¿Dónde estamos?― preguntó, mirando al rededor. Su mirada se encontró con la de Theo― ¿Qué hace él aquí?― murmuró con desprecio.

― Tranquila, no puede hacernos nada; está encadenado― señalé las cadenas que tenía Theo en las muñecas.

― Y yo también― Simone levantó sus manos, enseñando las cadenas.

― Supongo que yo podría encargarme de eso― escuché la voz de Scott detrás de nosotros.

― ¡Scott!― dijo Simone con ilusión, al verlo. Se acercó a nosotros y con sus garras rompió las cadenas.

― Hey, esperad, ¡no podéis dejarme aquí!― gritó Theo, tratando de romper las cadenas sin éxito― No me hagas esto otra vez, Stiles.

― De hecho― le dije yo, sonriendo―, sí que podemos. Tan solo míranos. 

Seguimos caminando, ignorando los gritos coléricos de Theo pidiéndonos ayuda. Scott me miró preocupado y después bajó la vista hasta Simone.

― ¿Estás bien?― le preguntó.

― Sí, gracias― respondió Monie, con una pequeña sonrisa de agradecimiento.

-

Malia, Lydia, Kira, Liam y Harry se adentraron por la nave central de la iglesia. Justo en el altar que tenían en frente, se encontraba sentada Simone. Tenía unas enormes ojeras bajo los ojos y una mirada sádica. Estaba rodeada de unos cuantos Berserkers, lo que hizo que Kira empuñara su katana rápidamente.

― Harry, Lydia― los llamó Malia―, id con Scott y Stiles.

― Podemos defendernos― contestó Harry, mirando a la rubia fresa, quien asintió con decisión.

― Marchaos con Scott, ¡ahora!

― Malia, podemos-

― Por favor, Lydia― la interrumpió Kira.

― Alguien morirá si nos vamos.

― ¿Y este es vuestro fabuloso plan para matarme?― preguntó Simone― Ni siquiera os habéis organizado, sois patéticos y mis Berserkers indestructibles. No me extrañaría que alguno de vosotros muriera como lo hicieron Allison y Aiden. Y Harry... aunque te veo bastante vivo, por el momento― murmuró con orgullo e indiferencia.

Dark Ways| Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora